Estas redes se crean con actores públicos, privados y de la sociedad civil, grupos y personas que actualmente se están convocando para conformar
A pesar de los retos que de por sí ha representado la pandemia, esta ha puesto en evidencia y visibilizado otras situaciones, como, por ejemplo, los difíciles momentos que pueden pasar las personas que se encuentran solas afrontando el virus del Covid 19.
Este es solo un ejemplo, sin embargo, desde mucho antes de la pandemia son miles los colombianos que con enfermedades crónicas o edades avanzadas viven sus patologías o el final de su vida en completa soledad. De acuerdo con el informe del DANE ‘Soledad en Colombia, una aproximación desde las fuentes de estadísticas oficiales’, publicado en 2020, los hogares unipersonales en Colombia pasaron de 11% en 2015 al 18,6% en 2018 y del total de este tipo de hogares, el 22,8% está compuesto por personas mayores de 65 años.
Esta realidad ha movilizado a la Fundación Keralty para implementar el programa Ciudades Compasivas, el cual está basado en el modelo Todos Contigo de la Fundación New Health en España. Mediante este, se busca tejer redes de cuidado y acompañamiento en torno a personas que se encuentran en alta dependencia o en el final de vida, con el fin de mejorar su bienestar y el de sus familias. Esto toma especial relevancia pues, según el mismo informe del DANE, el 9.7% de las personas del país con algún tipo de dificultades para el desarrollo de sus actividades básicas, viven solas. Además, el 5.7% de las personas que viven solas tienen alguna dificultad para mover el cuerpo, caminar o subir y bajar escaleras y el 1.1% tienen alguna dificultad para comer, vestirse o bañarse por sí mismas.
Las personas con este tipo de dificultades requieren más que el cuidado clínico. Dentro de las necesidades puede estar la compañía o, incluso, el descanso para el cuidador primario, pues muchas veces el familiar que los acompaña sufre de lo que se denomina el ‘cansancio del cuidador’.
Estas situaciones se pueden aliviar con una visita de juegos de mesa para brindar compañía y para que el cuidador primario pueda desconectarse y hacer otro tipo de actividades por un tiempo determinado.
“Con el programa Ciudades Compasivas nuestro objetivo principal es que siempre haya alguien dispuesto a ayudar a una persona que esté en dificultades. Nos hemos enfocado en la vinculación de diferentes actores como centros beneficiarios, instituciones, profesionales expertos, agrupaciones sociales, entre otros, con el fin de establecer redes de cuidados y apoyo para personas que lo necesitan y sus cuidadores. }
El programa lo hemos implementado de manera exitosa en ciudades como Bogotá, Ibagué, Manizales y Santa Marta, donde actualmente se benefician cerca de 5.500 personas y sus familias” afirma Camila Ronderos, directora de Fundación Keralty.
Con Ciudades Compasivas en Villavicencio se busca sensibilizar a la comunidad frente a la importancia de conocer a los vecinos, el cuidado, el acompañamiento y la promoción de la salud, a través del desarrollo de redes de apoyo que permitan entender la forma cómo se puede acompañar a quien esté atravesando alguna enfermedad crónica o aquellos que tengan un nivel de alta dependencia por diferentes condiciones como discapacidad, salud mental.
Estas redes se crean con actores públicos, privados y de la sociedad civil, grupos y personas que actualmente se están convocando para conformar, desde sus diferentes visiones, una red interdisciplinar que con el conocimiento y experiencia de la Fundación Keralty, pueda iniciar la transformación de Villavicencio hacia un ciudad compasiva.
Ronderos menciona que “Históricamente, la salud se ha orientado desde la enfermedad. Sin embargo, la Fundación Keralty busca trabajar desde un enfoque positivo que promueve la creación de redes comunitarias que impacten, desde la prevención y el cuidado, su propio bienestar. Villavicencio, con más de 500.000 habitantes, es la nueva ciudad que entra a hacer parte nuestra red. Hacemos un llamado para que las instituciones y personas interesadas se vinculen para hacer de la capital del meta, una ciudad compasiva que se transforma a través de la solidaridad”.
En las ciudades donde ya se aplica el programa, se cuenta con más de 70 actores vinculados y, hasta el momento, la Fundación Keralty ha realizado 200 jornadas de sensibilización y capacitación en las que han logrado la participación de 10.200 personas. Asimismo, se han creado espacios por canales digitales como Facebook para replicar los mensajes de cuidado y permitir que cada vez más personas tengan acceso a este tipo de información. Los actores interesados en vincularse a esta iniciativa, pueden escribir a Malva Pastrana al correo [email protected].