Aunque son inofensivas, las verrugas en el cuello tienen causas, tipos y métodos de prevención que quizás no conoces.
Las verrugas en el cuello, frecuentes a partir de los 30 años, no representan un riesgo para la salud, pero para muchas personas resultan incómodas o poco estéticas. De acuerdo con la Clínica Menorca, estas lesiones benignas pueden aumentar de tamaño con el tiempo y aparecen tanto en hombres como en mujeres, sin distinción de tipo de piel.
Su origen está asociado a factores como la predisposición genética, el sobrepeso, la debilidad del sistema inmunológico, el envejecimiento y los cambios hormonales. También es común que surjan en zonas expuestas al roce o al sudor, como las manos, el cuello, el cuero cabelludo y las plantas de los pies.
Existen distintos tipos: los acrocordones o fibromas blandos, pequeños y alargados; las verrugas filiformes, delgadas y en forma de hilo; y las verrugas comunes, de superficie rugosa. Aunque no producen síntomas, en ocasiones se inflaman y generan dolor, pero no son contagiosas.
Los dermatólogos advierten que no deben tratarse con remedios caseros. La eliminación debe hacerse en consultorio, con procedimientos ambulatorios como crioterapia, electrocirugía o láser CO₂, siempre bajo supervisión profesional. Estos tratamientos son seguros, rápidos y sin efectos secundarios significativos.
Para prevenir su aparición, especialistas recomiendan mantener una adecuada higiene diaria en zonas con sudoración, no compartir objetos personales como toallas o collares, y fortalecer el sistema inmunológico mediante una alimentación balanceada.
Tomado de El Tiempo