Desastrosa han sido, hasta ahora, las tres presentaciones del seleccionado de fútbol de salón del Meta en la Copa Profesional de esta disciplina en el país. Tres sonoras goleadas ha sufrido el quinteto que dirige Eberth Daza.
Humillantes derrotas son las que han sufrido los muchachos que conforman el seleccionado del Meta que compite en la Copa Postobón Profesional de Fútbol de Salón.
El quinteto, que dirige Heberth Daza Santana, ha recibido goleadas vergonzantes en una disciplina en la que el Meta fue una de las grandes potencias a nivel nacional. De local o de visitante, los chicos del Meta han sido vapuleados por los rivales que hasta el momento han enfrentado.
En el comienzo del torneo fueron goleados 3-9 por Real Cafetero en Villavicencio.
Posteriormente la humillación frustrante la dieron los de Bello (Antioquia), quienes golearon inmiscericordemente a los metenses 14 goles por 3.
Y en la noche de este sábado 4 de mayo, Los Leones de Nariño le propinaron otra soberana paliza a los jugadores de fútbol de salón del Meta. Ganaron 15-0 en Pasto.
Aunque el técnico Heberth Daza, por cuyas manos ha pasado el más reciente presente del fútbol de salón metense, ha reiterado que este equipo será la base del seleccionado de este departamento para los próximos Juegos Nacionales, no se puede esconder que la actuación ha sido indecorosa para una disciplina en la que hasta hace algunos años se aportaban jugadores de la región a seleccionados nacionales.
Esta participación del Meta en la Copa Profesional de Fútbol de Salón apuntar a ser otro de los estruendosos fracasos de Daza como entrenador de esta disciplina en el Meta.
Estos pésimos resultados bien ameritan una juicioso y minuciosa revisión por parte de quienes están generando los recursos para la participación de los metenses en el torneo.
El fútbol de salón del Meta, otrara grande, no puede convertirse en el hazmereir del país.
Esa verguenza no se puede permitir, señores dirigentes del fútbol de salón y directivos del Instituto de Deportes y Recreación del Meta, Idermeta.
O a cuántas goleadas más debemos someter a los jóvenes que conforman el quintero para empezar a buscar salidas dignas a la humillante situación. Ahhh?