Camacol advirtió este 11 de diciembre que un alza del salario mínimo en dos dígitos podría encarecer la vivienda en 2026 y frenar proyectos en todo el país.
La Cámara Colombiana de la Construcción alertó que un aumento desproporcionado del salario mínimo para 2026 podría encarecer la vivienda en Colombia, afectar la viabilidad financiera de nuevas obras y reducir la oferta disponible. El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, sostuvo que un incremento en doble dígito presionaría los costos del sector y limitaría el acceso a vivienda, especialmente para los hogares de menores ingresos.
Según explicó el gremio, en los proyectos de vivienda de interés social (VIS), la mano de obra directa representa más del 20% de los costos totales. Por eso, un ajuste elevado del salario mínimo modificaría los presupuestos ya establecidos, incrementaría el valor de construcción y pondría en riesgo la continuidad de múltiples obras programadas para 2026.
Camacol señaló que el precio de la vivienda VIS está regulado en salarios mínimos 90, 135 o 150 SMMLV, por lo que cualquier incremento desmesurado elevaría automáticamente el valor máximo permitido. Esa presión, según Herrera, impactaría la asequibilidad, reduciría la capacidad de compra de miles de familias y ampliaría la brecha para hogares con ingresos informales o variables.
La eliminación de programas como Mi Casa Ya también agravaría el panorama. Herrera recordó que estos subsidios ayudaban a cerrar la financiación de los hogares vulnerables y que, sin ese respaldo, un incremento acelerado del mínimo dejaría a más familias sin posibilidad de adquirir vivienda nueva.
El dirigente gremial advirtió que subir el salario mínimo sin considerar los efectos técnicos puede generar desempleo en el sector, reducir la oferta de proyectos y encarecer el acceso a casa propia. Llamó a una discusión “seria y ajustada a la realidad económica”, centrada en proteger a quienes más necesitan una solución habitacional.
Tomado de Caracol Radio