Estudios destacan seis suplementos con potencial para apoyar el ánimo, el estrés y la cognición.
El cuidado de la salud mental se sostiene en pilares como el descanso, la alimentación equilibrada, la actividad física, los vínculos sociales y la terapia psicológica. En ese escenario, algunos suplementos nutricionales comienzan a ganar protagonismo como posibles aliados, especialmente en casos de deficiencia nutricional o como complemento de tratamientos médicos.
El nutriólogo Nataniel Viuniski, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife, advierte que estos productos no sustituyen la psicoterapia ni los medicamentos prescritos, pero pueden sumar beneficios si se utilizan de manera individualizada y bajo supervisión profesional.
Entre los compuestos con mayor respaldo científico se encuentran los omega-3, asociados con la reducción de síntomas depresivos por su capacidad antiinflamatoria y de comunicación neuronal. La vitamina D, vinculada a la regulación de neurotransmisores como serotonina y dopamina, también muestra eficacia en personas con deficiencia comprobada.
El magnesio, esencial para reacciones bioquímicas del sistema nervioso, ha demostrado impacto positivo en casos de depresión leve a moderada. Las vitaminas del complejo B, particularmente B9 y B12, resultan determinantes para la producción de neurotransmisores y su déficit se relaciona con un mayor riesgo de depresión, sobre todo en adultos mayores.
Otros suplementos estudiados son la L-teanina, presente en el té verde, que favorece la relajación y concentración sin inducir somnolencia, y la creatina, conocida por su uso deportivo, pero que muestra potencial como apoyo en la depresión al mejorar el metabolismo energético del cerebro.