Una pareja sufrió un secuestro tras salir del concierto de Shakira el 27 de febrero. Estuvieron en cautiverio por 25 horas antes de ser liberados.
Foto: El País
El pasado jueves 27 de febrero, el concierto de Shakira en Bogotá se transformó en una pesadilla para una pareja que terminó secuestrada en las cercanías del estadio El Campín. Después de disfrutar del evento, las víctimas, un hombre y una mujer, decidieron hacer una parada en el establecimiento BBC del Movistar Arena antes de regresar a su hogar. Fue allí donde su jornada terminó en un ataque inesperado.
A eso de la 1:00 a. m. del 28 de febrero, al salir del bar, tomaron un taxi en las inmediaciones del estadio. Lo que parecía ser un regreso tranquilo a casa pronto se convirtió en una pesadilla. Tres motocicletas, con seis personas a bordo, interceptaron el vehículo y, con amenazas, forzaron a las víctimas a desviarse hacia el sur de Bogotá, específicamente a la zona de Bosa.
Una vez en esa zona, las víctimas fueron llevadas a un edificio de tres pisos donde las amarraron y sometieron a un violento interrogatorio en busca de información sobre sus cuentas bancarias. Durante el secuestro, los delincuentes les administraron un líquido que los dejó adormecidos. La intención de los secuestradores era clara: robarles una importante suma de dinero.
El 1 de marzo, a las 2:00 a. m., luego de 25 horas de cautiverio, las víctimas fueron liberadas cerca de la zona de Bosa Laureles. Desorientados y atónitos, lograron pedir ayuda en una tienda cercana, donde recibieron asistencia y dinero para poder tomar un taxi que los llevara a la Clínica Colombia.
El hospital los atendió y, tras recibir la atención médica necesaria, fueron dados de alta a las 7:00 a. m. del mismo día. Afortunadamente, la pérdida fue solo económica, pero el trauma vivido por la pareja será difícil de olvidar. Según el relato de Fredy Ariza, familiar de los afectados, la familia ya se encuentra reunida, aunque el susto y la angustia fueron intensos.
Aunque las autoridades aún no han emitido una declaración oficial, este caso ha generado gran preocupación sobre la seguridad en las zonas cercanas a eventos de gran afluencia en Bogotá, especialmente en áreas como El Campín y Bosa.
Tomado de Semana