Reforma tributaria abre debate nacional sobre impuestos y consumo

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, radicó en el Congreso la tercera reforma tributaria del actual Gobierno, con la que busca recaudar 26,3 billones de pesos para cubrir el déficit fiscal y financiar el presupuesto de 2026. La propuesta, bautizada como “Ley de Financiamiento”, ha desatado un fuerte debate por sus efectos en la economía y en el costo de vida de los colombianos.

Uno de los sectores más golpeados sería el de los combustibles. Según la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), el galón de gasolina corriente podría subir de los actuales 16.293 pesos a más de 18.000 en Bogotá, mientras que el diésel pasaría de 10.976 a cerca de 11.788 pesos. El gremio advirtió que el alza encarecería el transporte y afectaría directamente el bolsillo de millones de ciudadanos.

En paralelo, el comercio electrónico también entraría en la mira. La reforma pretende eliminar el beneficio de la figura “de minimis”, que permitía ingresar mercancías del exterior con valor inferior a 200 dólares sin pagar IVA. Para la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, este ajuste busca “equiparar la cancha” con los productores locales e inversionistas que operan bajo reglas más estrictas.

El sector licorero enfrenta un panorama crítico. La Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) alertó que el aumento del IVA del 5% al 19%, sumado al alza del impuesto al consumo en un 119%, dispararía el precio de una botella de aguardiente de 37.000 a más de 52.000 pesos. Para el consumidor final, el encarecimiento podría superar el 60%, lo que incentivaría el mercado ilegal de licores.

Las advertencias se centran en que, lejos de aumentar el recaudo, las medidas podrían desincentivar el consumo formal, afectar la inversión y agravar la informalidad. Los gremios piden un debate responsable que evite que la reforma, en vez de estabilizar las finanzas públicas, termine profundizando la crisis económica y social.

Tomado de Bluradio