Recesión, inflación, nuevas políticas e impactos en la sociedad, son temas que se analizan respecto al comportamiento de la economía en el mundo.
El mundo está saliendo de las presiones causadas por la pandemia, que inicialmente fueron consideradas transitorias, pero resultaron perdurar, dejando una coyuntura económica que genera más preguntas que respuestas para el 2023. En el 2022 se buscó la manera para que la economía volviera a su ritmo normal, con la esperanza de echar andar la fabricación y producción mundial; sin embargo, este nuevo año es económicamente complicado debido a que el mundo se enfrenta a diversos factores adversos con respecto a la inflación generalizada, la pronunciada desaceleración del crecimiento mundial, la incertidumbre respecto de las políticas, la crisis del costo de vida y el endurecimiento de las condiciones financieras.
¿Habrá una recesión económica?
El docente Carlos Fernando Martínez, docente de la Escuela Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano, explica que “la recesión es la disminución de las actividades financieras durante un lapso específico, por lo general dos trimestres consecutivos. En términos económicos, se define como la caída del ingreso nacional y de la producción, lo que implica un aumento del desempleo. Asimismo, disminuye el consumo debido al aumento en las cifras de inflación y, con ello, el precio de ciertos productos y servicios; impactando negativamente en las finanzas de las personas, empresas y, en general, de la sociedad”.
Esta expectativa de recesión económica impacta a los países más importantes, pero el coletazo más fuerte lo reciben aquellos que dependen de economías más grandes, como es el caso de Colombia. Por esto, hay que tener presente que una de las situaciones más críticas vendría a generarse con respecto a cuál sería el orden que debe esperarse con esas economías que están en conflicto.
En el caso de Rusia, el docente explica que al ser proveedor y no encontrar opciones para mover sus materias primas, ocasiona mayores precios al alza y un conflicto hacia Europa. Por lo que respecta a China, le ha costado echar a andar su producción, por ende, su crecimiento económico se sitúa igual o por debajo del mundial. En términos de América Latina, se ve que la política está acompañada de nuevos cambios, lo que va a repercutir en la economía, debido a que los países con conflictos internos no pueden producir fácilmente y sus expectativas de crecimiento también serán un factor de recesión.
El experto explica que la pandemia hizo que el mundo atravesara un estancamiento en la producción, a tal punto que actualmente se produce a un ritmo más lento del que se está demandando, ocasionando que los precios de los productos se vayan incrementando y, como consecuencia, se presenta una inflación generalizada en el mundo. Por consiguiente, los bancos centrales tienen que hacer seguimiento a los precios con el ánimo de evitar el endeudamiento porque, si la gente sigue gastando, más se tendrá que subir las tasas de interés para responder a la inflación.
En este orden de ideas, la Reserva Federal de Estados Unidos será el banco que va a marcar la pauta para determinar cómo funcionarán las políticas de alzas en los bancos centrales durante el año, ya que será el encargado de establecer si se mantienen o suben durante los primeros meses del año; posteriormente entrará a evaluar si es necesario mantenerla por los siguientes meses; y, para final de año, se espera que la Reserva Federal nuevamente seda las tasas de interés para buscar una recuperación más pronta.
¿Qué desafíos enfrenta Colombia?
El docente del Politécnico Grancolombiano explica los desafíos que enfrenta el territorio colombiano en términos generales y que repercuten en la economía colombiana para este año:
Finalmente, aunque algunos observadores económicos dicen que el país va a tener un crecimiento muy disminuido por encima del 1,5 %, con respecto al 2022, el experto del Politécnico Grancolombiano cree que: “podríamos estar por encima del pronóstico de crecimiento, ya que se espera que ese porcentaje vaya aumentando. Teniendo en cuenta que esto también está acompañado del proceso político que está viviendo el país, pues debe medirse para lograr establecer unas expectativas favorables o desfavorables dependiendo del tipo de política que se esté implementando”.