Qué hacer para tener éxito en el mundo digital
Innovación, flexibilidad y red de contactos, son algunas de las recomendaciones que nos dan los expertos en mercadeo.
A raíz de la pandemia muchas empresas se sumaron a la transformación digital y a las nuevas tecnologías que demanda el mercado.
Factores como la innovación digital, tener una red amplia de usuarios y generar experiencias son algunas de los elementos que pueden fortalecer los negocios digitales.
Para Jamer Rusinque, director del Programa de Administración de Negocios Internacionales de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, “Hay que pensar en grande y no en pequeño, siempre tener un pensamiento global y crear un producto pensado en qué le voy a ofrecer como experiencia al consumidor, eso lo recuerda y valoran mucho”.
El experto en gestión empresarial además nos habla sobre esas cuatro habilidades dinámicas que son fundamentales para que un negocio tenga éxito.
1. El primero tiene que ver con la innovación continua: hay que generar productos o servicios que estén en línea con lo que están buscando los consumidores. Hoy sacamos un producto o servicio y mañana no es novedoso entonces el reto es mantener la innovación.
2. El segundo es la flexibilidad: debemos movernos rápido, sacar productos al mercado al instante para que sean testeados por los consumidores y a partir de esto tener retroalimentación y mejorar el producto. Es importante que las organizaciones empiecen a trabajar cada vez más con metodologías ágiles.
3. El tercero consiste en la capacidad de red e integración: cuando estamos hablando de negocios digitales estamos hablando de la capacidad de poder llegar a una gran cantidad de personas. Tener muchos usuarios que estén usando nuestro producto digital. Es importante buscar un rápido crecimiento y que el negocio digital sea usado por muchas personas, de esta forma es posible lograr un efecto bloqueo donde para los usuarios será difícil dejar de usar el sistema porque muchos otros ya lo usan y en parte “obligan” a que sea usado por todos.
4. El cuarto es la facilidad de uso: si nuestro producto digital es complejo de usar voy a dejarlo y buscar otro. Debe ser atractivo, rápido y ágil. Si la experiencia digital es positiva puede llegar a ser usada nuevamente y recomendada a otros. Los consumidores cada vez se conectan más con experiencias y las recuerdan mucho.