¡Bienvenid@s!

¿Por qué es importante la citología en las mujeres?

 El examen, que también se conoce como la prueba de Papanicolaou, debe hacerse a partir de la primera relación sexual.

¿Por qué es importante la citología en las mujeres?

La citología, es la técnica más utilizada en el mundo para la detección precoz del cáncer de cuello uterino. A través de un estudio de las células, la estructura y de sus alteraciones, esta, es la forma más efectiva para prevenir la enfermedad, por la que es causada por el virus del papiloma humano (VPH) y se contagia por medio del contacto sexual.

El procedimiento para llevar acabo estos análisis, parte desde que una mujer ha tenido su primer encuentro sexual, o por recomendaciones del médico al estar propensa para adquirir alguna enfermedad vaginal, ya sea por herencia u otras situaciones. El tratamiento, comienza cuando se le envía a realizarse la citología, en donde ella debe acostarse sobre una camilla y subir los pies en unos estribos, doblando las rodillas, de esta manera, la proveedora de atención médica, logra colocar cuidadosamente un instrumento llamado espéculo dentro de la vagina para abrirla ligeramente, permitiendo observar el interior del cuello uterino, y seguidamente, raspa suavemente la zona para tomar muestras y enviarlas a un laboratorio a su examen.

Sin embargo, la enfermera jefe Jennifer López, del Instituto de Diagnóstico Médico S.A. en Villavicencio, manifiesta que, “si no se ha tenido alguna relación sexual no se puede hacer, porque hay que introducir el espéculo, y cuando son pacientes vírgenes y les envían estos procedimientos quizás por antecedentes de cáncer en la familia, no se debe realizar el mismo proceso, sino que solamente se toma la muestra muy superficial, hasta el introito vaginal, y dependiendo el resultado se informa cuando se debe ejecutar la próxima citología, como mínimo se dice que una vez al año, pero si ya hay antecedentes de resultados anormales, entonces el ginecólogo o el médico general va dictando si cada 3, 4 o 5 meses debe hacerse los estudios, dependiendo los resultado”.

Pero detrás de la frecuencia en que realmente las mujeres deben realizarse la citología, hay toda una discusión también, en una investigación de El Espectador, por medio del “doctor Juan Carlos Vargas, ginecólogo y asesor científico de Profamilia asegura hay que un esquema 1-1-3, que quiere decir que la mujer se hace una, al año siguiente se hace otra y si esas dos son normales entonces la siguiente citología se la debe realizar a los tres años, y no de forma anual, pues para que un contagio de VPH presente lesiones de infección y luego se vuelva cáncer pueden pasar entre 10 y 20 años. Por eso, en varios países la recomendación es que las mujeres se hagan la citología cada tres años. Esa es la frecuencia suficiente recomendada para detectar anomalías a tiempo y tratarlas antes de que se desarrolle el cáncer de cuello uterino”.

Asimismo, afirma que resultan innecesarias las citologías de más, porque pueden tener riesgos como dar resultados anormales, y tener que realizarse más procesos y tratamientos incomodos como estos, que a la final, puede desaparecer por sí mismas, pues el virus al parecer llega a eliminarse incluso sin haber presentado ningún síntoma en un periodo de dos años, según Choosing Wisely Canada, una organización de la Universidad de Toronto y de la Asociación Médica Canadiense.

De igual, forma el cuerpo de la mayoría de las mujeres es capaz de combatir la infección de VPH, pero algunas veces, el virus conduce a un cáncer, por esto, no se debe confiar y realizarse chequeos médicos de forma profesional, teniendo en cuenta las fechas de las pasadas citologías.

Cuidados

No obstante, la enfermera jefe López, recomienda algunos cuidados principales para evitar cualquier tipo de infección vaginal como:

  • “No tener múltiples parejas sexuales, evitar la promiscuidad.
  • Utilizar métodos de protección, como el condón.
  • Tener buena asepsia.
  • Si hay antecedentes de parejas de familias con cáncer cervico vaginal, con más razón realizar la citología, porque puede ser adquirida de forma hereditaria,” al igual que mujeres que tengan VIH, o sistemas inmunes débiles que sean más vulnerables a infecciones.
  • Otros factores de riesgo para el avance del cáncer de cuello uterino es la desnutrición, la baja ingesta de verduras y el cigarrillo.