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Padres de niños quemados con pólvora perderán la custodia

El ICBF advierte que padres negligentes en accidentes con pólvora podrían perder la patria potestad de sus hijos.

Padres de niños quemados con pólvora perderán la custodia

En el marco de la campaña de prevención de accidentes por pólvora, la Secretaría de Gobierno y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) hicieron un llamado urgente a los padres y cuidadores para proteger a los menores de los riesgos asociados con estos materiales explosivos. La advertencia es clara, los adultos responsables podrían enfrentar sanciones legales y económicas, trabajos comunitarios e incluso la pérdida de la patria potestad.

Jennifer Lorena Díaz, funcionaria de la Secretaría de Gobierno, destacó la necesidad de que los padres sean conscientes del peligro que representa la manipulación de pólvora. “Nuestro papel es garantizar la protección y el bienestar de los menores. Si se evidencia negligencia, se tomarán medidas para salvaguardar sus derechos”, afirmó Díaz.

En caso de un accidente, el ICBF intervendrá de inmediato para brindar atención a los menores afectados y evaluar las responsabilidades de los cuidadores. La entidad podrá aplicar sanciones según la gravedad del caso, llegando hasta la suspensión de la custodia de los menores en situaciones de descuido comprobado.

Para reforzar las acciones preventivas, el ICBF ha habilitado líneas de comunicación donde la ciudadanía puede denunciar el uso irresponsable de pólvora. Los reportes pueden realizarse llamando a la línea 01 8000 91 80 80 o al 141, las cuales están disponibles para actuar de manera oportuna.

La manipulación de pólvora sigue siendo una de las principales causas de lesiones graves en niños durante las festividades. Por ello, las autoridades insisten en que la responsabilidad recae directamente sobre los adultos y reiteran que cualquier acto de negligencia no quedará impune.

Esta campaña busca evitar tragedias y concientizar a la comunidad sobre la importancia de proteger a los menores y evitar que la celebración se convierta en una emergencia.