El departamento de Seguridad Nacional de EE.UU investiga 24 casos de aparatos y equipo médico. Al parecer ni estos aparato se les escapa a los piratas informáticos.
Según fuentes confidenciales cercanas a la investigación citadas por la agencia Reuters, los productos que están bajo la revisión de la agencia Industrial Control Systems Cyber Emergency Response Team (ICS-CERT) son una bomba de infusión de la compañía Hospira que se utiliza para aplicar medicamentos directamente al torrente sanguíneo, así como varios dispositivos que se pueden implantar en el corazón y que son fabricados por las empresas Medtronic y St Jude Medical. También se están investigando equipos de imágenes médicas y sistemas de redes de los hospitales.
Sin embargo, las fuentes señalan que la población no debe alarmarse ya que hasta el momento no se han reportado ataques por parte de pacientes que tengan alguno de estos dispositivos instalados, aunque si están preocupados por que usuarios malintencionados caigan en la tentación de hackear un máquina para administrar una dosis errónea a los pacientes, o forzar a los implantes del corazón para que generen una descarga eléctrica mortal.
Este tipo de preocupación no es nueva, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) que regula la venta de dispositivos médicos, lanzó recientemente pautas para fabricantes y quienes brindan cuidados de la salud para asegurar mejor los aparatos.
Actualmente el Departamento de Seguridad Nacional está trabajando con los fabricantes de los dispositivos médicos para identificar y reparar los errores de codificación del software y otras debilidades que pueden aprovecharse usar para exponer datos confidenciales o atacar a los equipos de un hospital.