La incidencia de la enfermedad en el departamento del Meta es de 321.2 casos por cada 100 mil.
Con 2.636 casos notificados, Meta es uno de los territorios con el mayor número de personas afectadas por dengue. De acuerdo con el boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS), con corte al periodo epidemiológico VI, la incidencia de dicha patología en este departamento es de 321.2 por cada 100 mil habitantes, situación que enciende las alarmas teniendo en cuenta que la incidencia país es de 79 casos por 100 mil habitantes.
Meta, al igual que otras 18 entidades territoriales, está por encima de la incidencia nacional, siendo un territorio en estado de alerta de acuerdo con el comportamiento histórico del evento y las características endémicas del mismo en el país, explicó Milena Alarcón, Coordinadora de Salud Pública de Compensar EPS.
Según el INS, en lo corrido del año se han reportado más de 28 mil casos de dengue en todo el país, de los cuales 14.040 (50.1 %) reportan signos de alarma, 13.498 (48.1 %) presentan síntomas leves y 534 (1.9 %) corresponde a pacientes con dengue grave, de los cuales 19 casos han sido muertes confirmadas por el evento y 51 aún están en estudio.
Para Compensar EPS en la vigencia 2022 a semana epidemiológica 29, se han notificado 47 casos en el Departamento del Meta, 47% (22 casos) clasificados como dengue sin signos de alarma y 53% (25 casos) con signos de alarma, con ningún fallecimiento.
“El evento nacional se encuentra en situación de alerta y, por las cifras mencionadas, Meta está por encima del valor esperado, razón por la cual se deben implementar acciones de promoción y prevención para evitar que la cadena de contagio en el departamento continúe aumentando”, agregó Alarcón.
Dengue, ¿cómo se manifiesta y cómo prevenirlo?
El dengue es una infección transmitida por vectores, es decir, por los mosquitos Aedes aegypti y, en menor medida, Ae. Albopictus, que a través de la picadura contagian al huésped. Si bien la enfermedad provoca un cuadro leve, con síntomas similares a una gripe, también podría avanzar a un cuadro grave que trae consigo varias complicaciones y, en el peor de los casos, la muerte.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que hay entre 100 y 400 millones de infecciones cada año y más del 80 % serían leves y asintomáticas. Igualmente, el número de casos notificados ante dicho organismo se ha multiplicado durante las últimas dos décadas pasando de 505 mil reportes en el 2000 a más de 2.4 millones en 2010 y 5.2 millones en 2019.
“Es una enfermedad que afecta a lactantes, niños, adultos y raras veces resulta ser letal. Los síntomas se presentan al cabo de 4 a 10 días luego de haberse presentado la picadura y duran, por lo común, entre 2 a 7 días”, manifiesta Milena Alarcón de Compensar.
Cuando la enfermedad es leve, generalmente se manifiesta a través de dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, también nauseas, vómito, agrandamiento de ganglios linfáticos y, en algunas ocasiones, hay sarpullido. Por el contrario, cuando el cuadro infeccioso tiende a ser grave, hay molestia abdominal de forma intensa, vómitos persistentes, respiración acelerada, fática, agitación, agrandamiento del hígado, y lo que más caracteriza la gravedad de un dengue son las hemorragias, principalmente en las encías o en la nariz, así como también presencia de sangre en las heces.
Lo que recomienda Jorge Guevara, Gerente de Modelo de Salud de Compensar EPS es que, una vez se presenten los signos de alarma, los pacientes guarden reposo, se mantengan hidratados y acudan al médico. Dependiendo de cómo avance la enfermedad, el ordenamiento de los profesionales determinará si debe haber atención intrahospitalaria, en caso de requerirse tratamiento de emergencia, o de forma ambulatoria mientras la persona infectada se recupera desde casa.
Para prevenir y controlar la transmisión del dengue, se recomienda adoptar medidas sanitarias como la limpieza frecuente los depósitos de agua para que los mosquitos no puedan dejar sus huevos, eliminar correctamente los desechos sólidos y las superficies en donde se pueda acumular el agua, cubrir los depósitos de almacenamiento de agua, usar repelentes y toldillos a la hora de dormir o al exponerse al ambiente.
“Debe haber un esfuerzo articulado, entre varios actores, para que la comunidad esté informada sobre los riesgos de las enfermedades transmitidas por mosquitos, promoviendo la participación y movilización a fin de lograr un control permanente de los vectores. La pedagogía sobre el tema y la implementación de acciones higiénico-sanitarias contribuyen a que se reduzca notablemente la incidencia del dengue”, concluyó Jorge Guevara de Compensar EPS.