El menor que atentó contra Miguel Uribe Turbay confesó que fue abandonado por sus cómplices tras prometerle $20 millones por el crimen.
El adolescente de 15 años que disparó contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay confesó ante las autoridades que fue engañado por quienes lo contrataron. Según su testimonio, le ofrecieron 20 millones de pesos por ejecutar el crimen, pero una vez cumplida la orden, no solo no recibió el pago, sino que también fue abandonado para que lo mataran.
El menor relató que fue reclutado por el jefe de una olla del barrio donde consume drogas, quien lo contactó para hacer una “vuelta” sin darle mayores detalles. Recibió indicaciones precisas el día del atentado: debía esperar en un punto donde una moto contratada por aplicación, y ya pagada, lo recogería. Lo dejaron en Modelia, occidente de Bogotá, cuatro horas antes del evento con la comunidad que tendría Uribe Turbay.
Mientras deambulaba por la zona, fue monitoreado por sus cómplices. Luego se reunió con ellos dentro de un vehículo, donde recibió la pistola Glock 9 mm, la descripción del objetivo y las instrucciones para el ataque y la fuga. Tras disparar, emprendió la huida, pero no encontró el apoyo prometido. En su testimonio afirmó que la moto que debía recogerlo nunca lo esperó y fue entonces cuando comprendió que lo habían dejado solo para eliminarlo.
Herido en la pierna y golpeado, empezó a gritar pidiendo ayuda y ofreciendo dar información: “Yo les voy a dar los números, déjenme levantar”, dijo a los presentes. Aseguró que no sabía inicialmente a quién debía dispararle, ni conocía la identidad del objetivo hasta minutos antes del atentado.
El menor confesó que aceptó el encargo por necesidad económica y por la cantidad de dinero ofrecida, pero insistió en que lo traicionaron. “Tal vez no, a mí me iban a matar y me dejaron solo”, reiteró. Ahora colabora con las autoridades como testigo, mientras se avanza en la identificación de los autores intelectuales del atentado.
Tomado de Semana