Madres de jóvenes desaparecidas en Cartagena alertan sobre similitudes en los casos y temen la existencia de una red de trata de personas en la ciudad.
Madres de jóvenes desaparecidas en Cartagena alertan sobre similitudes alarmantes en los casos de sus hijas, quienes desaparecieron en condiciones similares, cerca del mar y sin registros en cámaras de seguridad. Denuncian un patrón que podría indicar la existencia de una red de trata de personas que opera en sectores turísticos y populares de la ciudad.
Las desapariciones de Tatiana Hernández, Alexandrith Sarmiento y Karina Cabarcas tienen puntos en común: jóvenes estudiantes, escenas sin cámaras activas, objetos personales hallados sin contexto y una posterior inacción institucional. A pesar de las denuncias y de los esfuerzos de las familias por mantener vivos los casos, las autoridades aún no ofrecen resultados concretos.
Organizaciones sociales como el Grupo Artístico de Mujeres Espejo han documentado patrones similares y advierten sobre redes de explotación sexual en sectores vulnerables de Cartagena. La activista Rosiris Murillo afirma que existe una división profunda entre la ciudad turística y la Cartagena que vive con miedo y desapariciones sin respuesta.
Las madres, acompañadas por colectivos sociales, siguen recorriendo barrios, buscando pistas, enfrentando el abandono estatal y resistiendo el olvido. Sus voces claman por una acción urgente de las autoridades, para que ninguna otra joven desaparezca en una ciudad que presume seguridad mientras sus hijas siguen sin aparecer.
Tomado de Semana