Las medidas buscan preservar los recursos naturales en el departamento, dice la directora de Cormacarena, Beltsy Giovanna Barrero Murillo.
Con el fin de prevenir la afectación a los recurso naturales en el departamento del Meta entró en vigencia desde el pasado 6 de abril la resolución por medio de la cual se suspende durante un año la expedición de permisos y autorizaciones de aprovechamientos forestales comerciales, en los focos de deforestación identificados por el sistema de alertas tempranas del IDEAM en el departamento.
En Mapiripán, Vistahermosa, La Macarena, Mesetas y Uribe según el acto administrativo, la expedición y otorgamiento de los aprovechamientos forestales únicos (totales) y persistentes (parciales) serán suspendidos mientras el riesgo no desaparezca, se controle de manera adecuada la movilización, persistan las causas que generaron las alertas de deforestación y hasta que no exista certeza de la recuperación de los ecosistemas afectados.
La suspensión de los aprovechamientos forestales únicos cuya finalidad sea la ampliación de la Frontera Agropecuaria aplica para todo el departamento, con esto se busca prevenir la tala indiscriminada de la flora y por ende la afectación a los recursos naturales.
Esta medida exceptúa los proyectos de interés público, lo que incluye el sector hidrocarburos, construcción de vivienda, obras civiles suburbanas, rurales públicas o privadas de interés general.
Quienes antes de la vigencia de la resolución se les hubiera otorgado el permiso, podrán continuar su curso normal y como ordena la ley serán objeto de visitas de control y seguimiento por parte de la Corporación.
Por su parte los salvoconductos de movilización para productos forestales sólo tendrán vigencia para los días hábiles, es decir queda prohibido el transito sábados, domingos y festivos.
Asimismo, no se podrán transportar productos forestales provenientes de bosque natural en horario nocturno de 8:00 pm a 6:00 am.
Las medidas buscan contrarrestar el negativo panorama de este tema en los últimos años en el departamento, que según análisis multitemporal de los cambios de coberturas de la tierra en el Meta de los años 1992, 2002, 2007 y 2012 generado en convenio Cormacarena-Sinchi para el año 2015, concluyó que en dos décadas de estudio los bosques perdieron un área de 645.650 hectáreas, es decir 32.283 hectáreas por año.
La resolución ya fue difundida a través de los medios establecidos por ley, además de que fue presentada al Comité Interinstitucional de Fauna y Flora Meta y al gremio maderero.