El papa Francisco llevó a la capital colombiana mensajes contundentes en tres discursos diferentes donde tocó temas políticos, sociales y económicos.
El papa Francisco es el primer jerarca católico en asumir la bandera de la lucha contra el cambio climático, tema controversial en la geopolítica mundial, confirma el compromiso que tiene con la naturaleza, e inicia su discurso resaltando la riqueza natural de Colombia y lo bendecida que es por Dios.
“Colombia es una nación bendecida de muchísimas maneras… Colombia es el segundo país del mundo en biodiversidad y al recorrerlo se puede saber que tan inmenso es el señor” indicó.
Y así como este tema el sumo pontífice habló de otros que también han causado controversia en Colombia como lo es el narcotráfico, la corrupción, la inequidad, el miedo, la exclusión, el proceso de paz, entre otros. Resalta el gran esfuerzo realizado para finalizar el conflicto armado y encontrar el camino a la reconciliación, “quise venir hasta aquí para decirles que no están solos, que somos muchos los que queremos acompañarlos en este paso".
Reconociendo que la tarea no es fácil y que “se necesitan leyes justas que no nazcan de la exigencia de ordenar la sociedad, sino de resolver las causas estructurales de la pobreza que generan exclusión y violencia”.
Recordó además que la principal lucha debe ser por superar la inequidad, "una enfermedad que vuelve frágil e indigna la sociedad: la inequidad, la raíz de los males sociales”.
Luego, pidió centrar la mirada en los marginados y arrinconados. “Todos somos necesarios para la sociedad… Ahí radica la grandeza de un país en que todos tienen cabida… Todos somos importantes”.
Reivindicó el rol de la mujer y la familia en la sociedad, ya para finalizar su discurso en la casa de Nariño, "su aporte, su talento, su ser madre en sus múltiples tareas…No podemos dejar de destacar la importancia de la familia, soñada por Dios como el fruto del amor de los esposos, lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros”.
El Vicario de Cristo deja en manos de los jóvenes del país la responsabilidad de la paz, de la transformación, del encuentro con el otro, a sanar heridas y continuar bajo el mismo objetivo, que sin importar los diferentes gustos y personalidades, les compete a todos: El futuro de la nación. Para finalizar sus discursos como último compromiso en la mañana de este jueves, el papa Francisco se congregó con los obispos colombianos en el Palacio Cardenalicio, al lado de la Catedral Primada.
En ese encuentro les advirtió que no se comporten como políticos, ayuden a la reconciliación en Colombia y defiendan la preservación de la Amazonía. “Ustedes no son técnicos ni políticos, son pastores (...). Colombia tiene necesidad de su mirada propia de obispos, para sostenerla en el coraje del primer paso hacia la paz definitiva, la reconciliación", expresó en tono serio.
Indicando a los obispos que deben ser parte del reencuentro con el pueblo, con los pobres, los marginados, los vulnerables, con aquellos que sufren y son excluidos de la sociedad. "Solo Dios es señor y a ninguna otra causa se debe someter nuestra almas de pastores.
La reconciliación, hacia la abdicación de la violencia, la superación de las desigualdades, la renuncia al camino fácil de la corrupción, la consolidación de al rex pública que requiere la superación de la miseria. Se trata de una tarea ardua, pero irrenunciable. Los caminos son empinados y las soluciones no son obvias", dijo el sumo pontífice.