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Las Bionovelas, la última tendencia en la televisón Colombiana

La vida de personajes famosos siempre causa curiosidad y esta puede ser una de las causas que hace que tengan éxito novelas que cuentan la vida de músicos y narcotraficantes.

Las Bionovelas, la última tendencia en la televisón Colombiana

Dos narcotraficantes, los delincuentes más peligrosos (y sus historias en picada) y dos cantantes han tenido a la audiencia cerca de la televisión nacional: ‘Escobar, el patrón del mal’; ‘Alias el Mexicano’; ‘Comando Élite’; ‘Diomedes Díaz, el Cacique de La Junta’, y ‘El Joe, la leyenda’.

Son las llamadas bionovelas, con tantos seguidores como detractores, y cuyos personajes principales tienen en común haber sido conflictivos o delincuentes. O las dos.

‘Escobar, el patrón del mal’ (2009, del Canal Caracol) despertó una ola de artículos en medios importantes para identificar a los personajes de la serie cuyos nombres fueron cambiados –aunque eran delincuentes– para evitar demandas de los vivos o de familiares de los muertos.

Protagonizada por Andrés Parra, tuvo 16 puntos de rating, un número muy significativo en el nuevo formato televisivo, abierto a muchas más propuestas.

Para el crítico Mario Morales, “el periodismo y los imaginarios populares hicieron de Escobar un ídolo en la medida que representa ascender en la escala social hasta el nivel más alto. Su mal ganada fama de Robin Hood y su poder político y militar siguen causando no poca admiración. Puso en jaque a un Estado. Hay quienes lo siguen considerando un genio del mal, pero genio, al fin y al cabo. Como personaje de telenovela funcionó porque es héroe y antihéroe al mismo tiempo y se presiente que toda su verdad no ha terminado de contarse”.

Otra historia de malos fue ‘Alias el Mexicano’ (RCN, 2013). Contó la vida del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha. Su rating no fue tan alto (8 puntos) y se debió, según el crítico Ómar Rincón, “a que ha sido la única serie crítica con el narco. No le justificó nada, lo presentó como un hombre perverso y sin pudor social ni ético. Su rating se debió a que criticó al héroe popular”, comenta.

Germán Yances, experto en televisión, afirma que “la condición de villano es compleja. Son personalidades extremas y sus historias, que desafían la ley y la sociedad, suelen ser rocambolescas y ofrecen a los guionistas líneas temáticas y matices para ser explotados en términos de dramaturgia”, cuenta.

Hubo otra serie que marcó muy bien: ‘Comando Élite’ (de Dramax para RCN, 2013), que tuvo 10 puntos de rating a las 10 p. m.

Esta contó la historia de un grupo de militares que detuvo o dio de baja a los delincuentes Martín Sombra, Los Mellizos, Hernán Velásquez ‘el Paisa’, Daniel Rendón ‘don Mario’, alias ‘el Armero’, Pedro Guerrero ‘Cuchillo’ y el Mono Jojoy.

Con ‘Comando Élite’, según Morales, “hubo identificación pues nos gustan las series policiacas, tenía acción y una gran producción”. Rincón, por su parte, dice que “los policías fueron buenos porque había un malo más malo: la guerrilla. El dominó del rating dice así: narco es mejor que policía y político; policía es mejor que guerrilla”.

Los musicales

Ahora, la televisión tiene a ‘Diomedes Díaz, el Cacique de La Junta’, una producción de RCN que cuenta la historia del músico guajiro, uno de los ídolos del vallenato. Y marca bien: 14 puntos, doblando a su enfrentado, Niche, que no es la historia de Jairo Varela sino de sus canciones.

Y otra de música que tuvo buen rating fue ‘El Joe, la leyenda’ (RCN, 2011, sobre Joe Arroyo), con 15 puntos promedio.

Tanto Díaz como Arroyo fueron personajes conflictivos que tomaron malas decisiones, “pero entre más humanos, más generan cercanía e identificación, su éxito artístico llega a disculpar (lo que no debe pasar) sus errores más grandes. La música y el arraigo popular son los mejores rieles para el reconocimiento y allí las audiencias encuentran conexión por empatía y morbo”, dice Morales.

Rincón está de acuerdo: “Tiene que ver con que nos sabemos sus canciones y además Colombia es un país musical. Aquí, todo lo que tenga música y ascenso social siempre es exitoso”, dice.

Sin embargo, y más allá del tema televisivo y del rating, Yances hace una propuesta, pensando en el posconflicto: “En el camino de la paz, la reconciliación y la convivencia es necesario reinventarse en el espejo de modelos de vida positivos. Los guionistas y la TV tienen la responsabilidad de construir situaciones dramáticas que atrapen a la audiencia con historias dentro de la ley”.

Tomado de: El Tiempo