En el barrio Morichal piden pavimentación de la vía a la institución educativa. Dicen que el agua llega a la rodilla cuando llueve.
También aseguran que un lote abandonado genera inseguridad. Están cansados pero también preocupados los residentes del barrio Morichal de la comuna Cuatro en la capital del Meta, debido a dos problemáticas que los viene afectando desde hace varios meses, y que perjudica principalmente a la población escolar del sector.
La primera tiene que ver con el pésimo estado de la carrera 22, que conduce al megacolegio Marco Antonio Franco Informando, la cual está llena de huecos y según la comunidad, cada que lleve se convierte en un río.
Dicen que los estudiantes tienen que pasar con el pantalón remangando porque el agua les llega hasta la rodilla.
Por eso los padres de familia le piden a la alcaldía que pavimente la vía para que los alumnos del Marco Antonio Franco no sigan llegando con los zatos mojados a clases.
De otra parte la comunidad denuncia la inseguridad que está provocando un lote abandonado en el mismo sector, donde la maleza ya llega a los tres metros de altura, convirtiendo el lugar en refugio de bandidos, especialmente en horas de la noche.
Aseguran que además el propietario de predio debió encerrar el lote pero no lo ha hecho y por eso la inseguridad reina en el recorrido de los estudiantes al colegio.
El llamado que hacen los vecinos es a que el gobierno local los escuche y en el menor tiempo posible realicen las obras necesarias para solucionar las dificultades que los aqueja.