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La tragedia se vistió de muerte en un campo de fútbol

Danna Yissel Guarín Argüello, una niña de 12 años, intérprete de la música llanera y practicante de fútbol, perdió la vida al caerle encima la estructura de una portería en un campo sintético.

La tragedia se vistió de muerte en un campo de fútbol

...Y la voz del cantor enmudeció.

Y enmudeció porque la tragedia vistió de luto a la música llanera.

Y enmudeció porque la muerte llegó de manera repentina para apagar una voz que apenas asomaba en la inmensidad de llanura.

Y enmudeció porque un angelito se vio arropado por lo absurdo que le arrebató la vida cuando disfrutaba de una de esas pasiones que solía practicar con el mismo entusiasmo con que se subía a un escenario a interpretar el joropo: el fútbol.

Y como lo absurdo no tiene explicación entendible, pues muchos se están tratando preguntando qué fue lo que pasó. Y cómo pasó. Y porqué pasó. 

Tal vez nadie sepa explicarlo.

Lo único cierto es que la muerte se le atravesó de manera abrupta a Danna Gissel Guarín Argüello. Y de manera abrupta apagó una voz relancina y criollita que ya había cosechado triunfos y muchos aplausos en los principales escenarios de muchos festivales folclóricos de la llanura.

Y como la tragedia viene acompañada de dolor. De tristeza. De amargura. De desesperanza. De rabia. De impotencia, pues los padres de Danna Gissel amanecieron con un dolor que les lacerará el alma hasta el final de sus días, porque la niña de sus ojos abandonó este mundo terrenal y desde la eternidad hará parte de ese coro de angelitos.

Y muchos se estarán preguntando qué fue lo que le pasó a Danna Gissel. Y tal vez otros dirán y quién era Danna Gissel.

A la par de su inocultable amor y pasión por el joropo, por la música llanera, Danna Gissel encontró en la práctica del fútbol otra forma de felicidad. Y desde comienzos de este año ingresó a una escuela de formación y sus habilidades la ubicaron en el puesto de portera o de arquera.

Acompañada de sus padres, John e Ingrid, religiosamente asistía a sus entrenamientos. No importaban las altas temperaturas. Tampoco las fuertes lluvias.

Y así fue el miércoles en la tarde. Llegó acompañada de sus padres y se enfundó el uniforme de entrenamientos y saltó llena de alegría al campo sintético de fútbol en un sector de Villavicencio. Nadie imaginaba que en medio de la lluvia y los fuertes vientos rondaba la muerte. Se acercaba la tragedia. Y llegó de sorpresa, como de sorpresa suele llegar la parca. La muerte tiño de luto ese escenario dedicado a la alegría.

Y de repente la muerte apareció ese campo de ilusiones y fantasías! Dicen los testigos que la estructura de una portería sobre la que estaba Danna Gissel se vino abajo y golpeó la nuca de la niña. Ese fue el comienzo del fin.

Danna Gissel fue trasladada a un centro asistencial. Pero todo fue en vano. Los signos vitales ya la habían abandonado y su cuerpecito frágil albergó la muerte y la muerte se la arrebató de las manos a sus padres, amigos y admiradores.

Deja un vacío. De esos que son difíciles de llenar. Tan difícil que ni la vida misma es capaz de volver a llenar. En la memoria quedarán su voz enamorada de la música llanera y su fina estampa cuando se paró ante los jurados del concurso de televisión Factor X y los aplausos no se hicieron esperar.

Hoy el arpa enmudeció. El cuatro lloró. Las maracas se apagaron y el bajo se silenció. Pero en la eternidad hay alegría porque ha llegado la voz de un angelito de 12 años a fortalecer el coro celestial.

Ahhh...Mientras tanto aquí en la tierra habrá una lágrima eterna en los ojos de John, Ingrid y su abuelito que era uno de sus más entusiastas admiradores.

Paz en la tumba de Danna Gissel...