Durante 2020 la brecha en la tasa de desempleo entre hombres y mujeres aumentó,
Así lo expresó Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) durante la conferencia “¿Qué nos dicen las estadísticas sobre la juventud colombiana?” que ofreció en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y en la que también exaltó que la población joven está envejeciendo con mayores retos que en el pasado.
Según el director del DANE, las mujeres enfrentan grandes retos en empleabilidad e igualdad de condiciones, y aunque las estadísticas evidencian que están mejor preparadas con respecto a los hombres, tienen menos oportunidades de empleo y representan mayor proporción de pobreza en el país.
“En Colombia las mujeres se incorporan al mercado laboral en condiciones de desventaja: sufren de mayor desempleo, segregación e informalidad. Casi 3 de cada 10 mujeres colombianas a partir de los 15 años no cuentan con ingresos propios, a diferencia de 1 de cada 10 hombres”, indicó.
La tasa de desempleo de las mujeres es mayor, en particular entre jóvenes de 18 a 24 años. Las mujeres están en 22,9 % y los hombres en 13,8 %. Así mismo, el 12,1 % de ellas reciben por su trabajo menos ingresos que los hombres, y la brecha de ingresos entre hombres y mujeres en los centros poblados y rurales es del 33,6 % frente al 16,4 %.
“Para muchas mujeres, sobre todo en la ruralidad, cumplir 15 años representa tomar las tareas del hogar, dedicarse al cuidado de sus hermanos, la imposibilidad de seguir con sus estudios y una exclusión generalizada en la sociedad. Estas brechas no representan las capacidades de las mujeres ni sus talentos, sino un sistema que las excluye sistemáticamente”, manifestó.
La inserción de las mujeres en los mercados laborales es menor que la de los hombres y cuando logran incorporarse son segregadas a ciertas ocupaciones y sectores económicos. Algunas mujeres, para poder conciliar las fuertes cargas de trabajo doméstico y cuidados, se ocupan en la informalidad, en condiciones precarias y sin acceso a seguridad social.
“La situación socioeconómica de las mujeres no se explica necesariamente por su nivel educativo, ya que en muchos casos este es superior al de los hombres. Durante las últimas décadas se ha observado en la región un incremento en el promedio de años de estudio de las mujeres, por lo que hay un mayor acceso a los distintos niveles educativos. Sin embargo, no han sido suficientes para superar las desigualdades de género en el mercado laboral”, asegura el funcionario.
Así mismo, destacó que los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH 2018) señalan que las tasas de participación femenina más altas se observaron entre las mujeres con escolaridad técnica, profesional y tecnológica (80,1 %), con escolaridad superior (83,8 %) y posgrado (87,5 %).
“Esto demuestra que es importante dejar el sesgo y cambiar los estereotipos para poder emplear a las mujeres, crear situaciones más dignas y que ellas puedan superar la pobreza. Un dato que asombra es que las mujeres gastan hasta 10 horas de su día en las tareas no remuneradas del hogar, mientras que los hombres solo 3 horas”.
Para 2020 se estimaba en Colombia una población de 12.672.168 jóvenes de 14 a 28 años, que representan el 25 % de la población. Entre ellos, 6.388.498 son hombres (50,4 %) y 6.283.670 mujeres (49,6 %). Los departamentos con mayor porcentaje de población joven son Vaupés (27,8 %), Guainía (27,3 %) y Vichada (26,6 %).
En 2035 el país tendrá más personas mayores de 60 años que niños entre 0 y 14 años. En la actualidad hay 40,4 personas que superan los 60 años por cada 100 personas menores de 15 años, generando consecuencias económicas, sociales y psicológicas.
Según el experto, el fenómeno obliga a tomar medidas para diseñar una política pública que afronte los retos pensionales y de aseguramiento en salud y productividad, entre otros, en los cuales se deberán evaluar especialmente aspectos como el cuidado y el bienestar de los adultos mayores.
“Al observar el nivel educativo de los jóvenes, se evidencia que el 43,4 % de ellos ha alcanzado la educación media; este porcentaje es de 42,0 % en los hombres y 44,9 % en las mujeres. Así mismo, el 42,4 % de la población joven se encuentra en una disyuntiva en la que: o no tiene ningún nivel educativo, o su máximo nivel alcanzado es básica primaria y básica secundaria”.
“En ese sentido, dado que con la formación técnica se superan hasta en 17 puntos la pobreza, es importante que en el país se empiecen a formar más técnicos y que el sector educativo llegue a las zonas en donde hay más jóvenes, que son quienes necesitan la educación”.
En relación con el mercado laboral, en 2020 se registró el mayor incremento de desempleo como consecuencia de la crisis generada por la pandemia por COVID-19: un incremento de 6,4 puntos porcentuales respecto a 2019.
De la misma manera, durante 2020 la brecha en la tasa de desempleo entre hombres y mujeres aumentó, lo que indica que las mujeres jóvenes –lo mismo que el total de la población– fueron más afectadas que los hombres dentro del mercado laboral.
Por otro lado, la población que está fuera de la fuerza laboral, aquellas personas que no están ocupadas ni buscan estarlo, y por lo tanto se dedican a estudiar, a realizar oficios del hogar o a otras actividades, representaron el 47,1 % de las personas de 14 a 28 años.
Así mismo, el director del DANE aseguró que en 2020 el 28,0 % de los jóvenes no estaban estudiando ni tenían un trabajo en el mercado laboral (equivalentes a 3,5 millones de personas); de estos, el 67,6 % eran mujeres (2,4 millones de personas) y el 32,4 % hombres (1,1 millones).
“Esto implica que por cada hombre joven que no estudia ni está ocupado, hay 2 mujeres en dicha misma situación”.