Julián López, nuevo presidente de la Cámara, confirma su cercanía con el Gobierno, pero promete respeto por la independencia legislativa.
Julián López, del Partido de la U, asumió la Presidencia de la Cámara de Representantes para el último año de la legislatura, respaldado por el Gobierno de Gustavo Petro. Tras su elección, el congresista no ocultó su afinidad con el presidente, reconociendo públicamente que votó por él y ha apoyado sus reformas.
“Yo voté por Petro, eso debe estar claro. He respaldado sus reformas y continuaré ayudando al cambio que necesita el país”, afirmó López, quien sin embargo hizo énfasis en que, pese a su cercanía con el Ejecutivo, su rol como presidente será garantizar el respeto por la autonomía del Congreso.
Este nuevo liderazgo llega en medio de tensiones entre el presidente Petro y el Legislativo, tras las repetidas acusaciones de bloqueo a sus reformas. La elección de López también rompe los acuerdos tradicionales del Congreso, que preveían ese cargo para Cambio Radical, representado por Leonardo Rico.
A pesar del malestar inicial por parte de algunos sectores, como el del representante Alejandro Ocampo del Pacto Histórico, quien aspiraba a ese cargo, finalmente la bancada oficialista cerró filas en torno a la candidatura de López.
Este año, la gestión del nuevo presidente de la Cámara será determinante para el futuro político de Petro, ya que deberá dirigir el trámite de proyectos sensibles, como el controvertido marco jurídico para la “paz total”, impulsado por el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre. Esta iniciativa propone beneficios penales a líderes de bandas criminales a cambio de su sometimiento.