La alcaldía, gobernación y Empresa de Servicios Públicos del Meta, EDESA, tienen seis meses para cumplir con el fallo de un juez de la República.
El Juzgado Primero Administrativo Oral del Circuito de Villavicencio al resolver una demanda de Acción Popular, ordenó al municipio de Cumaral y a la Empresa de Servicios Públicos del Meta, EDESA, que en un tiempo de 6 meses instalen micromedidores en todas las conexiones de suministro de agua potable.
Así mismo exigió garantías en la prestación del servicio de acueducto de manera oportuna y eficiente a todos los habitantes de los barrios Araguaney, Centro, Triunfo, Oasis, El Prado, Emprendedores, Los Álamos, Los Limones, Mayuga Vive, Monserrate, Los Moriches, Simón Bolívar, Villa Cumare, Villa Olímpica, El Condado, Ciudad Country, Macapay, Villa Adriana, Villa Nidia y Primavera.
El fallo también vinculó al Departamento del Meta, representado en la gobernación, para que brinde el apoyo financiero, técnico y administrativo, al municipio de Cumaral y a EDESA, para la ejecución del programa de instalación de micromedidores.
De igual manera, el Juzgado exhortó a los usuarios del servicio de acueducto y alcantarillado a hacer un uso racional y responsable del agua, permitiendo la instalación del correspondiente medidor en sus viviendas, tal como lo advierte la sentencia.
Para constatar el cumplimiento de la Acción Popular, el Juez, Carlos Alberto Huertas Bello, requirió la conformación de un comité de verificación integrado por la demandante, Ana maría Espeleta Gutiérrez, un delegado del Ministerio Público, un representante de la alcaldía de Cumaral, un funcionario de EDESA y uno de la Gobernación.
La comisión deberá presentar un informe mensual al Juzgado, mediante el cual darán a conocer el cumplimiento de las órdenes impartidas en el fallo de la Acción Popular.
Durante el curso procesal y práctica de pruebas, el Despacho judicial encontró que por falta de equipos de medición, en las viviendas desperdician el agua, sumado a ello la ausencia de cultura para un uso eficiente racional y de ahorro.
Pues los mismos habitantes son quienes han creado la problemática, derrochando el líquido al dejar las llaves abiertas e impidiendo que el agua llegue con fuerza a los demás barrios apartados en el mismo casco urbano de Cumaral, estableció el Juez de la causa.