La senadora Maritza Martínez consideró la intervención forzosa una oportunidad para reorganizar en todos los aspectos el centro asistencial del Meta.
Para la Senadora Maritza Martínez Aristizábal, la intervención de la Superintendencia de Salud, es una medida a la se llegó como consecuencia de la más grave crisis financiera de la historia que viene presentando el Hospital Departamental de Villavicencio, la cual debe convertirse en una oportunidad para organizar los recursos y lograr la viabilidad de esta institución de salud.
Para la parlamentaria llanera, la decisión de la Superintendencia hace parte de un plan de choque que permitirá devolverles a todos los llaneros, especialmente a los sectores más vulnerables, la capacidad de acceder a servicios médicos de calidad, oportunamente y de manera eficiente.
Así mismo permitirá que el Hospital de Villavicencio se ponga al día con el pago de salarios y honorarios al personal médico y asistencial.
Así mismo, la congresista pidió que el Gobierno Nacional y Departamental aúnen esfuerzos para hacer un seguimiento a la cancelación de las carteras que se encuentran en cabeza de Empresas Prestadoras de Salud (EPS), las cuales han incidido de manera negativa en el correcto funcionamiento del Hospital Departamental de Villavicencio.
“La prestación de los servicios de salud debe ser administrada con responsabilidad social y respetando la dignidad y los derechos de los ciudadanos. No puede ocurrir que un hospital totalmente viable, termine en la más profunda crisis, ante la mirada indiferente de la Gobernación.
Esperamos que esta medida excepcional permita devolverle la majestad al centro de atención en salud más importante de la Región. Que nadie olvide que la salud es un derecho de todos los ciudadanos, y que seguiremos velando pos su cumplimiento”. Puntualizó la Senadora.