Iglesia cuestiona el alma del país sobre el caso de Sara

El asesinato de Sara Millerey González en Bello, Antioquia, desató una fuerte reacción de rechazo por parte de la Iglesia Católica. Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones entre iglesia y Estado, calificó el hecho como un reflejo de los niveles alarmantes de brutalidad e intolerancia que enfrenta la sociedad colombiana. “Hemos llegado a unos niveles muy graves de brutalidad… No puede ser que una sociedad no se sienta marcada ante hechos de semejante violencia”, afirmó en entrevista con El Espectador.

Sara, una mujer trans, fue golpeada brutalmente, le fracturaron extremidades y fue arrojada a la quebrada La García. El hecho quedó registrado en un video que se viralizó en redes sociales. En las imágenes, ella aparece pidiendo ayuda desde el agua. Sin embargo, la comunidad no actuó por miedo, pues los agresores, presuntamente miembros de una banda local, amenazaron a quienes intentaran auxiliarla.

La víctima fue rescatada únicamente cuando llegaron las autoridades. Fue trasladada a la clínica La María en Medellín, donde falleció. La alcaldía de Bello confirmó que se están revisando grabaciones de cámaras de seguridad para identificar a los responsables, quienes ya estarían plenamente individualizados y vinculados a estructuras delincuenciales del municipio.

Para Monseñor Henao, el caso de Sara es un símbolo del deterioro del respeto por la vida. Hizo un llamado a recuperar la empatía colectiva: “No podemos quedarnos viendo a una persona en condiciones terribles sin hacer nada. El alma de un pueblo se marca con estos hechos. La indiferencia también es violencia”.

Tomado de El Espectador