Un empresario alemán falleció en un burdel de Hamburgo durante una sesión de bondage. La dominatrix fue arrestada mientras las autoridades investigan.
El hombre, de 53 años y originario de Dresde, pagó cerca de £750 por una sesión de seis horas con la dominatrix identificada como Jacqueline S. Durante el encuentro, fue atado con cadenas y un corsé ajustado, pero colapsó tras 15 minutos.
Según la mujer, la víctima no mostró señales de sufrimiento ni pronunció la palabra de seguridad acordada. Intentó reanimarlo sin éxito, pero un fallo en el mosquetón que lo sujetaba impidió soltar la cadena que terminó asfixiándolo.
Tras el incidente, la dominatrix alertó a las autoridades con gritos de desesperación. La policía la arrestó mientras se esclarece si hubo negligencia en el procedimiento.
El caso ha generado debate sobre los límites de este tipo de prácticas y las medidas de seguridad en estos encuentros.
Tomado de El Tiempo