Ante la fuerte sequía que se avecina, Casanare implementa un plan urgente para mitigar sus efectos en agua, fauna y comunidades locales.
La Gobernación de Casanare, liderada por el gobernador César Ortiz Zorro, ha puesto en marcha un plan estratégico ante el anuncio de una temporada seca que promete ser de las más intensas en años recientes. Históricamente, este periodo de sequía se extiende de diciembre a abril y, en esta ocasión, se espera una disminución considerable de precipitaciones, lo que representa un desafío para la preservación de los recursos hídricos y la biodiversidad del departamento.
En una reciente sesión del Comité de Manejo de Desastres, encabezada por Aydee Soler, secretaria Privada, y Guillermo Velandia, director de Gestión del Riesgo de Desastres, se delinearon medidas concretas para enfrentar la situación. Tatiana Sierra, subdirectora de Meteorología del IDEAM, advirtió sobre la fuerte reducción de lluvias, subrayando el impacto que tendrá en los recursos naturales y en la vida silvestre de la región.
Una de las primeras medidas adoptadas es la gestión de dos carrotanques de agua, proporcionados por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que se destinarán a las áreas más afectadas. En Paz de Ariporo, el plan de contingencia incluye la instalación de pozos profundos con plantas de bombeo solar y abrevaderos para proteger a la fauna silvestre, especialmente al chigüiro, que ha sufrido durante sequías anteriores.
Además, la Gobernación reforzará la capacidad de respuesta ante incendios en zonas rurales mediante el suministro de nuevos equipos a la Defensa Civil y la formación de brigadas comunitarias. Estas acciones buscan reducir el riesgo de incendios forestales, que son comunes en la temporada seca y amenazan tanto a la vegetación como a las comunidades locales.
Con estas iniciativas, el gobernador Zorro y su equipo demuestran su compromiso con la protección del medio ambiente y la seguridad de las comunidades. El plan de alistamiento es una medida urgente ante lo que se prevé como una de las sequías más duras en los últimos años en Casanare, reflejando un esfuerzo conjunto entre autoridades locales, organismos de socorro y la comunidad para enfrentar los efectos de este fenómeno climático.