El objetivo del fármaco es proteger la neurodegeneración cerebral desde múltiples vías.
La batalla por este padecimiento causado por la destrucción progresiva de las neuronas cerebrales alcanzó una nueva victoria gracias a una investigación realizada por científicos de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) que detectaron un fármaco capaz de revertir de forma significativa la pérdida de memoria asociada a la enfermedad. Lo peculiar del asunto es que dicho fármaco fue originalmente diseñado para combatir la diabetes tipo 2.
El descubrimiento no es del todo fortuito, los científicos han relacionado a la diabetes tipo 2 con el Alzheimer desde hace algún tiempo y lo consideran un factor de riesgo para su desarrollo. Con esto en mente los científicos manipularon genéticamente a un grupo de ratones para que portaran algunos relacionados con un tipo de Alzheimer que es hereditario entre humanos.
Cuando los ratones envejecieron desarrollaron la enfermedad. Acto seguido, el equipo de Lancaster los trató con una “actividad triple agonista’ que se usa para competir la diabetes. LA droga en cuestión combina tres factores de crecimiento.
La primera es un péptido similar al glucagón tipo 1 (GPL-1), que es una hormona peptídica cuya función es el estímulo de producción de insulina y disminución de la producción de glucagón. El segundo es un polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y tercero el glucagón, que estimula la producción de glucosa por el hígado y es capaz reducir las placas beta-amiloides en el cerebro –relacionadas con el Alzheimer- y la inflamación a la vez que ralentiza la tasa de degradación de las células nerviosas.
El objetivo del fármaco era proteger la neurodegeneración cerebral desde múltiples vías; pues el cerebro de los pacientes con Alzheimer presenta deficiencia en la señalización de factores de crecimiento.
Los roedores experimentaron una “mejora muy significativa” en su capacidad de aprendizaje y al memorizar cosas.
«Estos resultados tan prometedores demuestran la eficacia de estos fármacos con múltiples receptores que fueron originalmente desarrollados para tratar la diabetes tipo 2 pero que ya habían mostrado efectos neuroprotectores consistentes en distintas investigaciones. Y es que los estudios clínicos llevados a cabo con una versión más antigua de este tipo de fármaco ya habían mostrado resultados muy alentadores en pacientes con Alzheimer o con trastornos del estado del ánimo» explicó Christian Holscher, director del equipo de investigación.
Holscher afirma que este es el primer paso de la investigación y que ahora “se deben realizar más pruebas de respuesta a la dosis y comparaciones directas con otros medicamentos para evaluar si este nuevo medicamento es superior a los anteriores”.
Con este descubrimiento se abren nuevas puertas a la investigación y desarrollo de nuevos fármacos que puedan disminuir los síntomas de forma más efectiva.