Como un anquilosaurio, pero sin mazo en la cola, fue encontrado en México el primer dinosaurio acorazado.
De acuerdo con los especialistas, el descubrimiento del acantholipan gonzalezi llevó 8 años de estudios, que sirvieron para demostrar que los restos descubiertos en el municipio de Ocampo, Coahuila, pertenecían a un dinosaurio acorazado nunca antes registrado por la ciencia. Su mayor característica novedosa era una ulna (hueso de los antebrazos) con mayor proyección respecto a las de sus parientes, como el Nodosaurus y el Niobrarasaurus. Además de tener unas características espinas cónicas en la región pélvica, algo completamente diferente a otros dinosaurios similares.
Por ello se realizó el anunció de forma oficial tras el descubrimiento del acantholipan gonzalezi, el primer dinosaurio acorazado descubierto en México. Los responsables del estudio que demuestra la existencia del dinosaurio son investigadores del Museo del Desierto (Coahuila), Staatliches Museum für Naturkunde Karlsruhe (Alemania), la Universität Heidelberg (Alemania), y el Museo de Paleontología Eliseo Palacios Aguilera (Chiapas).
“Es un dinosaurio armado, de tipo nodosaurio, es como estos dinosaurios acorazados, solo que a diferencia de los (especímenes de) anquilosaurios que es el más conocido, este no tenía un mazo en la cola. Este dinosaurio fue encontrado en sedimentos marinos, muy probablemente murió en la costa y un huracán o algo por el estilo se lo llevó al mar donde se depositó. Por lo mismo, no contamos con gran parte del esqueleto. Sin embargo, tenemos evidencias que nos ayudan a determinar que es un nuevo género y una nueva especie”, explicó el doctor Héctor Rivera Sylva, jefe e investigador del Departamento de Paleontología del Museo del Desierto.
El acantholipan gonzalezi vivió hace 85 millones de años en las costas del noroeste de la actual Coahuila, lo que lo convierte en el fósil de dinosaurio más antiguo localizado en Coahuila.
El dinosaurio mexicano es un nuevo nodosaurio, que se caracterizaba por medir 3.5 metros de largo, y pesar media tonelada. Su nombre se deriva de la palabra griega acanthos, espina, y Lipán, en honor a una tribu apache que habitó la zona donde se localizaron los restos. Finalmente, se llama gonzalezi como un homenaje al maestro Arturo González González, director general del Museo del Desierto.