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En libertad 7 militares que habían sido condenados por falso positivo

Los militares recobraron de inmediato su libertad, tras permanecer detenidos en la base militar de Tolemaida.

La Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio revocó la sentencia condenatoria proferida por un Juez del circuito de Acacías, Meta, y en su defecto ordenó la libertad inmediata de siete militares que habían sido condenados a 37 años y 3 meses en prisión por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo.

En medio de la disparidad de criterios, el Magistrado, Fausto Rubén Díaz Rodríguez, hizo salvamento de voto al declararse en desacuerdo con la decisión de los también Magistrados de Sala, Alcibiades Vargas Bautista y Joel Darío Trejos Londoño.

El fallo de segunda instancia benefició al subteniente del ejército, Camilo Javier Romero Abril, al Cabo Segundo, Elkin Darío Parra Sierra, y a los soldados profesionales, Juan Bastos Flórez, Jairo Alonso Bastos, Marco Gabriel Santana Robayo, John Alexander Londoño, Julio Cesar Ayala Murallas y Guillermo Cifuentes Ortiz, quienes hasta ayer estuvieron en el centro de reclusión de la base militar de Tolemaida.

Los militares fueron condenados por hechos ocurridos el 18 de marzo de 2005 en la laguna la Primavera en límites con el páramo de Suma paz, en comprensión de Acacías, Meta, donde fueron asesinados los campesinos, Heriberto Delgado Morales y los hermanos, Jorge y Wilder Cubillos Torres.

Los implicados quienes adelantaban operaciones ofensivas contra grupos ilegales, pertenecen al pelotón “marte 4” del batallón contraguerrilla 13 cacique “Timanco” del ejército nacional.

El incidente se presentó cuando los militares a través de binoculares observaron presencia de presuntos guerrilleros a una distancia aproximadamente de un kilómetro registrándose un intercambio de disparos de 5 a 10 minutos y que debido a las malas condiciones climáticas los uniformados debieron replegarse a la parte alta de la montaña.

Al día siguiente bajan los soldados y encuentran los cuerpos sin armamentos y con múltiples orificios como consecuencia de los impactos de fusil y son trasladados en un helicóptero a la morgue del Hospital San Rafael de Fusagasugá, Cundinamarca.

Para el Tribunal Superior resultó difícil establecer si hubo responsabilidad del ejército en el asesinato de los campesinos argumentando duda probatoria.

La sentencia no ha quedado en firme y contra ella procede el recurso extraordinario de casación ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.