Después de 111 años, el cuerpo de Santa Teresa de Jesús fue expuesto nuevamente en España. Su conservación ha sido calificada como “un milagro”.
En Alba de Tormes, Salamanca, cientos de fieles acudieron a la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Monte Carmelo para presenciar la exhibición del cuerpo de Santa Teresa de Jesús, fallecida en 1582. Es la primera vez, desde 1914, que sus restos son mostrados al público, generando asombro por su estado casi intacto tras 440 años de su muerte.
La apertura del ataúd fue autorizada el pasado 28 de agosto por Marco Chiesa, postulador general de la Orden del Carmelo Descalzo. El hallazgo de su rostro visible y extremidades preservadas ha sido interpretado por creyentes como una señal divina y por expertos como una oportunidad única de investigación.
Las imágenes del ataúd, fabricado en plata y mármol, revelan un cuerpo que desafía el tiempo, lo que ha sido considerado por autoridades eclesiásticas como “una manifestación de los milagros de Dios”. Desde entonces, investigadores han iniciado un análisis científico para entender los factores que han contribuido a su conservación.
Como medida de seguridad, acceder al féretro requiere diez llaves distribuidas entre el duque de Alba, la ciudad de Alba de Tormes y el superior general de los Carmelitas en Roma.
Santa Teresa, también conocida como Teresa de Ávila, fue una mística y reformadora del siglo XVI. Nació en 1515 en Ávila, fundó múltiples conventos y dejó una profunda huella en la espiritualidad católica, siendo declarada Doctora de la Iglesia en 1970.
Tomado de Semana