Gracias a sus ingredientes naturales, la cerveza proporciona vitamina B, minerales, polifenoles y fibra al cuerpo.
Años de investigación científica sugieren que el consumo regular de cerveza, dos bebidas por día para hombres adultos y hasta una bebida por día para mujeres, pueden tener un efecto beneficioso para la salud; y puede acompañar un estilo de vida sana, activa y balanceada.
Un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y la Universidad de Granada, encontró que un vaso de agua y una cerveza son grandes aliados para la correcta rehidratación del organismo después del ejercicio. Tal es el caso, que el alemán Andreas Raelert después de ganar el triatlón Challenge-Roth en Julio de 2014 e imponer una nueva marca mundial en distancia Ironman, bebió cerveza no sólo para refrescarse sino también para hidratarse.
En este sentido, la cerveza está compuesta en más del 90% por agua y aporta solo 90 calorías por cada 200ml; su bajo contenido de sodio y potasio complementan sus propiedades hidratantes y aportan a la recuperación de los niveles de antioxidantes.
Entre otros beneficios, esta bebida es una fuente importante de polifenoles, una cadena de micronutrientes presentes también en alimentos como el maní y otras bebidas como el té, que ayudan a reducir en un 30% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Es decir, que por cada 330ml de cerveza el cuerpo recibe 92mg de estos antioxidantes, la ingesta total de polifenoles está significativamente asociada con una disminución del 40% en todas las causas de muerte.
“Las propiedades de la cerveza hace de ella una bebida ideal. A diferencia de muchas bebidas esta cuenta con nutrientes como vitaminas, minerales, polifenoles y antioxidantes que pueden ayudar a una dieta balanceada y acompañar una nutrición completa, armónica y adecuada, sumado al hábito de una actividad física al día”, comenta Consuelo Pardo, Nutricionista Dietista.
Se ha encontrado que el consumo moderado de cerveza, dado el aporte de sus componentes al correcto desarrollo de las funciones del cuerpo y sus propiedades antiinflamatorias, protege el hígado y favorece la función cognitiva.
Los primeros hallazgos de la Universidad Tecnológica de Munich, en Alemania, datan que la cerveza aporta Vitamina B, la cual ayuda a convertir los carbohidratos en energía, combatir el envejecimiento y permite el correcto funcionamiento del metabolismo.
Además de sus propiedades hidratantes y antioxidantes, una cerveza es ideal para acompañar momentos de descanso, de relajación y de liberación de estrés. La Clínica Mayo en Estados Unidos, precisa que el consumo moderado de cerveza puede ayudar a combatir el estrés y la ansiedad.
Incluso la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana encontró que, una vez la cerveza llega a la corteza del cerebro y el nivel de alcohol en la sangre alcanza los 0.07 grados, este órgano comienza a liberar dopamina, el neurotransmisor encargado de enviar señales del sistema nervioso central al cuerpo. Así mismo, el incremento en la actividad cerebral proveniente de tomar una cerveza dispara la creatividad.
Visto así, los efectos de la cerveza en el cerebro se suman a los aportes que esta bebida hace al bienestar de las personas. Los diferentes tipos de cerveza, ligera, morena o de maridaje, tienen las mismas propiedades y están pensadas para que desde un consumo moderado, combinado con actividad física y una alimentación balanceada aporten al bienestar corporal y mental de las personas.