Tras casi 18 horas de haberse registrado la tragedia ocasionada por una creciente súbita que arrasó la vereda Naranjal, comprensión rural del municipio de Quetame, Cundinamarca, y que deja hasta el momento la muerte 15 personas, otras 15 desaparecidas y la destrucción de por lo menos 20 viviendas, empiezan a aflorar dolorosas e inesperadas historias.

Como la de la capitana de la Policía Nacional, Lisbeth Herrera, actual comandante de la institución en el aeropuerto de Cartagena, quien perdió en la tragedia a su padre, a su señora madre, el hermano y varios de sus tíos, según confirmó a la revista Semana, edición digital, el general Tito Castellanos, subcomandante de la Policía en el país.

La capitana Herrera tan pronto tuvo conocimiento de la tragedia que enluta a su familia y los habitantes de Quetame, se desplazó hacia Villavicencio en procura de ayudar a la identificación plena de sus familiares.

Pero dentro de esta avalancha de información trágica, bueno es dar cabida a aquellas noticias que dan la alegría de saber que seis personas que se hallaban desaparecidas fueron encontradas con vida.

Suerte que no tuvieron otras 15 personas que murieron, tras la inesperada bombada que acabó con sus vidas y sus viviendas, de acuerdo con el reporte entregado por el alcalde de Quetame, Camilo Parrado, quien se mostró compungido por esta dolorosa tragedia.

El mandatario municipal en diálogo con el informativo radial Donde está la noticia está Misael-que se emite por Radio Uno 98.3 desde Villavicencio-dijo que los organismos siguen en la búsqueda y rescate de las otras personas que fueron dadas por desaparecidas.

Pero además de la muerte y desolación que deja la avalancha, también se informa de los daños sufridos en la estación de peaje Naranjal y de dos puentes que dejan incomunicada por vía terrestre al Meta con el centro del país por un tiempo indefinido, de acuerdo con el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga Cardona.