Estas partículas podrían enseñarnos cómo surgieron los planetas y las estrellas hace 4 mil 600 millones de años.
De acuerdo a la investigación sobre la composición química de estas partículas, se cree que fueron depositadas por cometas en nuestro planeta, y son sobrevivientes de los“mismos bloques de construcción de los planetas y las estrellas”, como lo explicó Hope Ishii, profesor de la Universidad de Hawai en Manoa e investigador principal del proyecto en una declaración para el sitio Science Alert.
Los científicos utilizaron muestras recogidas por un avión estratosférico de la NASA. Descubrieron que se trataba de partículas quemadas de cometas, que finalmente se habían asentado en lo alto de la atmósfera de la Tierra.
Utilizando tanto luz infrarroja como microscopios electrónicos, se analizó la composición química de las partículas y observaron un sub-grupo de partículas vítreas llamado GEMS (acrónimo en inglés para: vidrio con metal incrustado y sulfuros); que miden sólo unos pocos cientos de nanómetros. Esto es menos de una centésima del grosor de un cabello humano.
Los resultados mostraron que estos granos de polvo originalmente se fusionaron en un ambiente frío y rico en radiación. Incluso una pequeña cantidad de calor fue suficiente para romper los enlaces en los granos, lo que sugiere que se formaron en algún lugar como la nebulosa solar exterior: la nube de polvo, hidrógeno, helio y otros gases ionizados de los que se formó el Sistema Solar.
Las primeras hipótesis sugieren que en algún momento “algún tipo de material orgánico pegajoso” fue el responsable de que los granos se agruparan y formarán “planetas en los fríos y vacíos primeros años del Sistema Solar”.
“Si tenemos a nuestro alcance los materiales de partida de la formación planetaria de hace 4 mil 600 millones de años, eso es emocionante y hace posible una comprensión más profunda de los procesos que se formaron y desde entonces los han alterado” dijo Hope Ishii.
Esto significa una oportunidad única para los científicos, pues pueden estudiar de primera mano el material con el que se formó nuestro Sistema Solar.