Este gran avance permitirá que la vida para millones de personas cambie en todo el mundo.
Los científicos consiguieron crear estas córneas a partir de las células madre de la córnea de un donante apto mezcladas con un gel especial, dando forma a lo que ellos han denominado como “biotinta”.
Che Connon, profesor de Tissue Engineering en la Universidad de Newcastle, dijo:
“Nuestro exclusivo gel, una combinación de alginato y colágeno, mantiene las células madre vivas mientras produce un material que es lo suficientemente rígido como para mantener su forma, pero lo suficientemente suave como para ser expulsado por la boquilla de una impresora 3D”.
Aquí viene lo mejor. Los investigadores describen esta bioimpresora 3D como “de bajo costo” y sólo tarda 10 minutos en imprimir una córnea. Para personalizar la córnea los científicos sólo necesitan escanear el ojo del paciente y listo, podrán crear la prótesis a la medida.
De momento la tecnología para imprimir córneas en 3D no está disponible para su uso masivo, ya que, como asegura el propio Connon:
“Nuestras córneas impresas en 3D ahora tendrán que someterse a nuevas pruebas y pasarán varios años antes de que podamos estar en la posición en la que las usamos para trasplantes”.
Esperemos que esos “varios años” no sean tantos, pues se trata de una tecnología que podría cambiar la vida de millones.