Contaminación del aire y su impacto en la salud de animales domésticos

La creciente contaminación del aire en las ciudades ya no solo afecta a las personas: también perjudica silenciosamente la salud de las mascotas que comparten el entorno urbano. Perros y gatos respiran las mismas partículas tóxicas que inhalan los seres humanos, pero su exposición suele ser más constante y menos controlada, alertan veterinarios y especialistas internacionales.

Este fenómeno potenciado por el tráfico vehicular, el humo del cigarrillo y gases industriales ha obligado a poblaciones de países como Corea del Sur a utilizar tapabocas para proteger sus pulmones. Sin embargo, en ese panorama las mascotas permanecen relegadas en los planes de salud pública, pese a que presentan riesgos similares o incluso mayores.

Según expertos consultados por The New York Times, las recomendaciones que se aplican en humanos durante episodios críticos de contaminación deben extenderse a los animales domésticos: reducir el tiempo de exposición al exterior, evitar ejercicios que aumenten la frecuencia respiratoria y limpiar el pelaje al regresar a casa. Si el dueño siente ardor en los ojos, es posible que la mascota también esté siendo afectada.

Las amenazas no se limitan al espacio exterior. El hogar también puede convertirse en un foco de riesgo debido al uso de aerosoles, estufas de gas, velas aromáticas, productos de limpieza o perfumes que liberan compuestos dañinos para el sistema respiratorio de los animales. A esto se suma la presencia de polvo o incluso pinturas antiguas con plomo que, al desprenderse, pueden ser ingeridas accidentalmente.

El epidemiólogo medioambiental Robert Wahl, de la Universidad Estatal de Míchigan, advierte que el contacto cercano de los animales con superficies contaminadas al olerlas, lamerlas o morderlas aumenta las probabilidades de intoxicación. Por ello, mantener un ambiente higiénico y libre de sustancias tóxicas es clave para proteger su bienestar.

Tomado de Caracol Radio