Contar con una tarjeta de crédito bien elegida puede marcar la diferencia en la administración de tus finanzas personales
Más allá de ser un medio de pago, estas herramientas financieras pueden ofrecer ventajas significativas en términos de ahorro, flexibilidad y acceso a beneficios exclusivos.
Sin embargo, antes de solicitar una, es fundamental evaluar aspectos clave como los costos asociados, los programas de recompensas y la facilidad de uso para asegurarte de que realmente se ajusta a tus necesidades y estilo de vida. La clave está en identificar cuáles de estas opciones se alinean mejor con el perfil y hábitos de consumo.
Aquí algunos consejos para seleccionar la tarjeta de crédito que mejor se adapte a cada perfil:
1. Evalúa los beneficios y recompensas
Es importante entender que algunas tarjetas no cobran cuota de manejo, por lo que, en su mayoría, no tienen beneficios adicionales asociados. Otras, en cambio, sí tienen una cuota de manejo que puede variar en costo, pero que tiene beneficios que pueden contribuir al ahorro, disfrute y bienestar. En este último caso, cada tarjeta puede tener su propio programa de beneficios: acumulación de millas, devolución de dinero (cashback), descuentos en comercios aliados o acceso a seguros.
2. Elegir según el perfil y etapa de vida
Las necesidades financieras evolucionan con el tiempo. Estas son algunas opciones según distintos perfiles:
● Jóvenes (18-25 años): Tarjetas que permiten una entrada responsable al mundo financiero, o con programas educativos, como la Tarjeta Joven de Bancolombia.
● Adultos (26-40 años): Tarjetas con beneficios en viajes y entretenimiento. Por ejemplo, la CMR de Banco Falabella destaca por sus descuentos diarios en más de 40 comercios aliados y la acumulación de puntos, permitiendo ahorros significativos en compras.
● Mayores de 40 años: Tarjetas con servicios adicionales como asistencia en viajes, seguros y descuentos especiales, por ejemplo, la Infinite del Banco de Occidente.
4. Facilidad de uso
Es recomendable buscar opciones con herramientas digitales intuitivas, aplicaciones móviles, alertas de consumo y opciones de pago rápidas.
5. Aprovechar el contexto actual
Al final, una tarjeta de crédito es más que un medio de pago; es una herramienta que, si se elige bien, puede facilitar el acceso a oportunidades, impulsar proyectos personales y contribuir al bienestar financiero. Usarla de manera estratégica y con disciplina te permitirá sacarle el máximo provecho sin caer en deudas impagables.
Información e imagen de Modum