El condenado fue acusado de haber exigido la cifra de dinero a dos jóvenes que se movilizaban en una motocicleta en donde escondían el alucinógeno.
El destituido patrullero de la Policía, Jeisón Stic Garzón Abella, fue condenado a ocho años y 4 meses en prisión luego de ser hallado materialmente responsable de los delitos de concusión y prevaricato por acción.
Los hechos ocurrieron el 12 de julio de 2013, en desarrollo de un retén de la policía en la vía que de Villavicencio va hacia Puerto López, donde dos jóvenes a bordo de una moto fueron requeridos para requisa de rutina y verificación de antecedentes.
Durante el procedimiento policivo les fue hallada una bolsa con marihuana, camuflada debajo del sillín de la motocicleta. Los uniformados, Michael Mauricio Molina y Jeison Stic, exigen un millón de pesos para dejarlos ir, bajo intimidación de que podrían ser condenados por tráfico de drogas.
Uno de los jóvenes, ofreció cincuenta mil pesos; pero los policías no aceptaron y retuvieron la moto acordando una cita posterior, en horas de la noche en un establecimiento público donde hicieron entrega del vehículo a cambio del dinero exigido, y es cuando son capturados por agentes de la Unidad Gaula que los puso a disposición de la Fiscalía.