Crea contenido de valor, enseña algo sobre tu marca, conecta con las audiencias, son algunas de las recomendaciones.
En un mundo cada vez más digitalizado, las estrategias digitales se han vuelto imprescindibles para emprendimientos grandes, medianos o pequeños.
Las redes sociales ofrecen un vasto terreno de oportunidades, pero también plantean desafíos significativos. La creación de contenidos relevantes, auténticos y adaptables es crucial para captar la atención de las audiencias, mientras que comprender a fondo a los consumidores y segmentar de manera precisa son fundamentales para maximizar el impacto de las campañas digitales.
Para Edwin Herrera, experto en marketing digital y docente de la Escuela de Negocios de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz la posibilidad de comunicar se ha diversificado gracias a la cantidad de formatos y plataformas que les permiten llegar a nuevas audiencias con una velocidad insuperable.
“Se trata de herramientas que hoy no solo están al alcance de grandes compañías cuyos presupuestos son enormes, sino que también pueden ser utilizadas por cualquier persona que tenga una buena idea de negocio y quiera ponerla en acción”, dice el experto.
Pero, si soy emprendedor y quiero hacer presencia con mi marca en redes sociales, enciendo la cámara del celular: “¿Y ahora qué digo?” Estas son algunas recomendaciones relevantes:
-Líquidos: es decir que deben adaptarse (como el agua) a la forma del recipiente que los contiene; en otras palabras, la experiencia de visualización del contenido debe ser igual de buena si se ve desde un teléfono, una tablet, un computador o cualquier dispositivo.
-Auténticos: todo lo que emociona, es más fácil de ser recordado; emoción y memoria hacen el “match” perfecto para la construcción de marcas fuertes.
-Relevantes: todo lo que se publique debe ser importante para alguien, es decir que le sea útil en gracias a su capacidad de informar, entretener o inspirar en algún sentido.
-Contenidos de ayuda: son aquellos en los que se tiene la oportunidad de educar o enseñar algo a las audiencias potenciales. Y es que ¿quién no ha encontrado en YouTube o en TikTok tutoriales que enseñan desde cómo quitar una mancha de café en la camisa, hasta cómo reparar un computador? Entonces es aquí donde se retoma la pregunta planteada de lo que una marca podría enseñar más allá de la simple exhibición de un grupo de productos. Esto además trae consigo el beneficio de la credibilidad al decir cosas que dan cuenta de un conocimiento relevante para un cliente potencial.
-Contenidos hub: estos contenidos están relacionados directamente con los instintos de los consumidores. El propósito principal de estos es generar una conexión hacia emociones concretas. Todas son válidas siempre que ayuden a recordar la marca y tengan coherencia con los valores de esta. Por eso nuestro contenido debe estar siempre asociado a una emoción específica, desde la más positiva como la alegría hasta la más sombría como la tristeza o incluso el asco.
-Contenidos héroe o movilizadores: en esta dimensión encontramos contenidos enfocados principalmente en cambiar algún tipo de comportamiento. Son de cierta forma contenidos escalables en la medida que se orientan a que su reacción sea por fuera de las redes sociales. Esto es por ejemplo cuando se invita a participar en una marcha, a pintarse el rostro de algún color como homenaje a una causa social, una jornada de limpieza en la playa o cualquier actividad que involucre a los usuarios en una experiencia de marca.
Y si abordamos este tipo de contenidos desde los emprendimientos, podemos pensar en concursos, encuestas, “give aways” en los que se dan regalos a partir de una dinámica en redes sociales, entre otros.
En definitiva, es esencial reconocer que las redes sociales no son simplemente plataformas de venta, sino espacios donde se construyen conexiones significativas con las audiencias a través de contenidos útiles, emocionales y movilizadores.