El cierre de año eleva la tensión y el cansancio. Expertos explican cómo reducir el cortisol y cuidar la salud física y mental.
Con la llegada de noviembre, el estrés se convierte en un compañero frecuente. Las responsabilidades laborales, los compromisos familiares y la presión por cumplir metas suelen disparar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, generando impactos negativos tanto en el cuerpo como en la mente.
De acuerdo con el médico deportólogo Carlos Ulloa, miembro del Consejo Consultor de Herbalife, mantener altos niveles de cortisol puede provocar presión arterial elevada, fatiga, irritabilidad y aumento de peso, además de afectar la memoria, el sueño y la estabilidad emocional. Por ello, recomienda tomar medidas antes de que el agotamiento físico y mental se intensifique.
Entre las estrategias más efectivas están mantener una alimentación equilibrada, reduciendo azúcares y carbohidratos refinados, y cuidar la salud intestinal mediante alimentos fermentados que fortalezcan el microbioma. El consumo adecuado de magnesio, presente en verduras, granos y frutos secos, también contribuye a la relajación y al control del sistema nervioso.
Asimismo, practicar actividad física de forma regular ayuda a liberar endorfinas, mejorar el estado de ánimo y disminuir la tensión acumulada. El especialista recomienda hacerlo al menos cinco veces por semana, en sesiones de intensidad moderada o alta.
Otras acciones clave incluyen limitar la cafeína, cuidar la calidad del sueño y fomentar los vínculos personales, ya que compartir tiempo con familiares o amigos reduce la sensación de aislamiento y mejora el bienestar emocional. También sugiere dedicar diariamente media hora a ejercicios de respiración, meditación o mindfulness para restablecer el equilibrio mental.