El país lanzó el primer protocolo contra violencia y acoso en minería, con lineamientos inéditos para transformar un sector masculinizado.
Colombia presentó el primer protocolo específico para prevenir y atender casos de violencia y acoso sexual en la industria minera, impulsado por Women in Mining Colombia (WIM Colombia) en alianza con Cerro Matoso. Con esta medida, el país se convierte en el segundo de América Latina en implementar un instrumento de este tipo, respaldado por el Convenio 190 de la OIT y la Ley 2365 de 2024.
La iniciativa establece políticas de tolerancia cero, rutas de atención con enfoque diferencial y canales de reporte confidenciales. Además, introduce principios de no revictimización, buscando garantizar espacios laborales seguros e inclusivos en un sector históricamente cerrado para las mujeres, que hasta 2018 enfrentaban prohibiciones legales para trabajar en labores subterráneas.
Jackeline Henao Bustos, vicepresidenta y cofundadora de WIM Colombia, resaltó que el protocolo busca cambiar la narrativa de la minería en el país: “Queremos que deje de percibirse como un entorno exclusivo de hombres y que se convierta en un sector que promueva la equidad y el respeto”.
La implementación se concentrará en regiones donde la actividad minera mantiene entornos fuertemente masculinizados. Según WIM, se espera que empresas y comunidades lo adopten como guía práctica para diferenciar entre acoso laboral y acoso sexual, así como para fomentar espacios de diálogo sostenido.
El impacto de estas medidas trasciende lo social. Estudios como Diversity Wins: How Inclusion Matters han demostrado que compañías con políticas activas de inclusión tienen hasta un 39 % más de probabilidades de superar en rentabilidad a sus competidoras. Así, la equidad se consolida como un factor estratégico de productividad y reputación empresarial.