La inversión en ciberseguridad en Colombia se prevé que crezca un 19% para 2025, mientras el país enfrenta más de 20 mil millones de ciberataques.
La ciberseguridad en Colombia enfrenta un panorama alarmante, con un total de 20 mil millones de ciberataques registrados en lo que va de 2024. Según el Informe Ransomware 2024, Colombia se posiciona como el cuarto país más atacado en Latinoamérica, evidenciando la creciente vulnerabilidad de las empresas ante las amenazas digitales.
La situación es crítica, ya que el país experimentó 28 mil millones de ciberataques en 2023. Ricardo Pulgarín, director de productos y servicios en ciberseguridad de OlimpIA, destaca que las medidas actuales son insuficientes para enfrentar la frecuencia y sofisticación de estos ataques. “Es crucial que las empresas inviertan en tecnologías de predicción y prevención de riesgos para proteger su infraestructura digital y evitar una parálisis operativa significativa”, afirmó Pulgarín.
Se espera que la inversión en ciberseguridad en Colombia crezca un 19% para 2025, posicionando al país entre los cinco primeros en inversión en seguridad digital en la región. Sin embargo, el impacto del robo informático va más allá de las cifras, ya que puede provocar la filtración de datos corporativos y una pérdida de confianza por parte de los clientes, afectando gravemente la reputación de las empresas.
Para mitigar estos riesgos, Pulgarín propone varias estrategias efectivas. La implementación de autenticación multifactorial, que requiere múltiples formas de verificación para acceder a sistemas internos, puede reducir significativamente el riesgo de accesos no autorizados. Asimismo, el uso de soluciones basadas en inteligencia artificial permite detectar y prevenir comportamientos sospechosos en tiempo real, adaptándose a las nuevas amenazas.
Además, la capacitación continua en ciberseguridad es fundamental para educar a los empleados sobre las prácticas seguras, como identificar correos maliciosos y manejar contraseñas. Esta educación minimiza el riesgo de caer en ataques de ingeniería social, como el phishing. También se recomienda adoptar una postura de “cero confianzas” (Zero Trust), donde cada acceso y transacción son verificados rigurosamente, protegiendo así la integridad de la infraestructura empresarial.
Ante la creciente amenaza del cibercrimen, se estima que los costos asociados a esta actividad a nivel mundial alcanzarán los 10.5 billones de dólares para 2025, según Cybersecurity Ventures. Por lo tanto, las empresas en Colombia deben adelantarse a los ciberdelincuentes, implementando robustas acciones de ciberseguridad para garantizar un entorno digital seguro y mantener su competitividad en el mercado global.