Angélica Lozano acusó a Antonio Sanguino de grosero y criticó su apoyo a la consulta popular tras distanciarse del entorno de Claudia López.
El distanciamiento político entre la senadora Angélica Lozano y el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, quedó en evidencia este miércoles durante la plenaria del Senado, en medio del debate por la consulta popular y la reforma laboral.
Pese a haber sido jefe de gabinete de Claudia López, esposa de Lozano, Sanguino decidió aceptar el Ministerio de Trabajo contra la recomendación de ambas. Esa decisión, según fuentes de la Alianza Verde, generó malestar al interior del círculo político de la exalcaldesa de Bogotá.
En medio del debate parlamentario, Lozano reprochó públicamente la actitud del ministro. “Fue grosero. Me mandó a leer la ley. Yo la voté en 2015 y la ejercí en 2018. Usó toda clase de groserías”, dijo al rechazar su postura frente a la consulta popular.
Mientras Lozano defendió el proceso para revivir la reforma laboral, Sanguino respaldó la consulta como mecanismo alternativo. Esa diferencia marcó una grieta visible entre ambos sectores de la Alianza Verde.
La polémica se da justo cuando el Senado revivió la reforma laboral y hundió la consulta, un giro que impacta directamente la agenda del Gobierno Petro. Para algunos sectores, esta jugada política busca debilitar el proyecto de la consulta impulsada desde la Casa de Nariño.
A pesar de su cercanía pasada con Claudia López, hoy Sanguino es visto como aliado del gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, quien aspiraría a la presidencia con respaldo del petrismo.
Tomado de Semana