Así lo ha dicho la empresa cervecera Bavaria.
Las cervezas y las bebidas azucaradas pasaron al tablero en la Ley de Financiamiento. Como la columna vertebral de la reforma propuesta por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se cayó, ahora el gran reto de los congresistas y ponentes del proyecto es examinar de dónde provendrá buena parte de los recursos que se requieren para financiar el presupuesto del próximo año.
En la baraja de posibilidades está el cambio del IVA monofásico a uno plurifásico sobre las cervezas y las gaseosas, con el cual el gobierno planea recaudar cerca de 1 billón de pesos. Este tipo de bebidas ya están gravadas con un 19 por ciento, aunque este IVA se paga en un sistema denominado monofásico. Esto significa que según el artículo 446 del Estatuto Tributario, solamente están gravadas las operaciones que efectúe el productor, el importador o el vinculado económico de uno y otro, es decir, que en las siguientes fases estos productos reciben la categoría de excluidos, entre otras razones porque buena parte de ellos se venden en establecimientos en los cuales no es fácil recaudar el IVA.
Esta mañana, Bavaria respondió a la propuesta del gobierno. "Bavaria recibe con inmensa preocupación la información presentada en los medios de comunicación sobre el posible acuerdo al que llegó la Mesa de Parlamentarios y el Gobierno Nacional sobre la Ley de Financiamiento", afirmaron a través de un comunicado.
La empresa nacional aseguró que con esta propuesta se afectaría especialmente al mercado de cerveza dado que esta tiene una alta carga tributaria: 19% de IVA más una tarifa de impuesto al consumo del 48%, para un total de 67%. "Este nuevo incremento en los impuestos a la cerveza, conlleva a un aumento del 40% del IVA para este producto equivalente a una tarifa de IVA del 26%. Es decir, en Colombia la cerveza pasaría a tener una tarifa global de tributación del 75%", aseguraron.
Bavaria aseguró que como resultado de la medida Colombia tendría una de las industrias cerveceras más gravadas del mundo. Aunque esta solo es una iniciativa y aún no ha sido aprobada, la empresa ve con preocupación el impacto económico que tendrían los tenderos. "Dado que el principal canal de distribución de la cerveza son las tiendas de barrio, 450.000 tenderos serían los responsables del recaudo y pago del IVA", dijeron.
Advirtieron además que con la propuesta, se espera un incremento sustancial en el precio de la cerveza nacional, que dado la elasticidad del producto, conllevaría necesariamente a una disminución estimada del 10% del volumen. "Esta disminución del volumen, impactaría negativamente tanto el recaudo de las Gobernaciones como el de la Nación, afectando principalmente los ingresos de la salud dada la destinación específica de la renta", explicaron.
Por ahora, el debate está servido y los congresistas son conscientes de que recaudar los 14 billones del déficit será difícil de conseguir. De acuerdo con Pedro Marún, presidente de Fenalco, aunque la Federación celebró la decisión del gobierno de optar por otras fuentes de financiación, diferentes al IVA a la canasta familiar, les preocupa que se pretenda gravar con nuevos impuestos, por la vía que fuere, las bebidas azucaradas y los licores.
“Esto golpea las finanzas de los tenderos de Colombia donde tenemos más de 120.000 tenderos. Actualmente tienen unos ingresos en promedio de 830.000, cualquier gravamen por pequeño que sea, puede reducir este margen de utilidad hasta 600 o 650.000 pesos. Eso haría que los tenderos reciban menos de un salario mínimo”, explicó.
Sobre los licores, Marún también manifestó la preocupación del gremio. “Los licores ya tienen impuestos que consideramos bastante altos y esto causaría el aumento del contrabando. Esa opción es peligrosa”, dijo. Entre las soluciones que plantea Fenalco, está la reducción de los gastos del Estado, la venta de activos del Estado y reducir el tamaño de la burocracia.
“No puede ser que la ineficiencia del Estado se recarguen cada dos años a través de reformas a los consumidores y los empresarios. Estas opciones desaceleran la economía, genera incertidumbre, no da estabilidad económica y no habla bien de la manera como se están generando los asuntos más importantes de un país; más aún cuando venimos de una reforma tributaria de 3 puntos incrementos del IVA en el 2016 que produjo un frenazo en la economía”, aseguró Marún.
El mayor problema que tiene esta propuesta es la recaudación. Las bebidas gaseosas son comercializadas en proporción en las tiendas de barrio y puntos comerciales pequeños, que hacen parte de un régimen simple, es decir que no tienen un sistema que permita el reconocimiento del impuesto como lo establece la DIAN: “Al disponer la norma citada y los decretos reglamentarios que en la factura o documento equivalente se identifique, entre otros conceptos, al adquirente del bien o servicio así como la discriminación del IVA, con ello pretende no solo realizar un control técnico y fiscal para verificar el cumplimiento de las obligaciones tributarias, sino que el fin último de la factura es que la misma se constituya en materia probatoria que sirva de soporte para el reconocimiento del impuesto sobre las ventas cuando el mismo es llevado como descontable, lo que solamente se puede cumplir en la medida en que la factura precise el nombre del adquirente del bien o servicio".
Cambiar el régimen de estos productos implicaría que ya no se cobre una sola vez sino que pasen al sistema plurifásico que es el que rige a otros bienes y servicios que no están excluidos. Esto significaría que el IVA se pagaría en todas las fases y el consumidor lo vería reflejado en su factura de compra. En el caso de las grandes superficies, que representan menos del 5 por ciento de los establecimientos que venden cervezas y gaseosas, el cobro no tendría mayor problema pues se trata de empresas que pagan y recaudan IVA. Pero no es claro qué ocurriría en los demás establecimientos.
Si esta opción es aprobada por el Congreso, el gobierno espera recaudar 960.000 millones de pesos. Sin embargo, los ponentes reconocen que lograrlo no será una tarea sencilla. De por medio están las industrias productoras y comercializadoras de estos servicios y los pequeños distribuidores, con quienes tendrán que hacer una socialización importante pues serán los primeros en rechazar esta decisión, que podría desestimular el consumo.
Lo cierto es que en estos momentos los ponentes de la Ley de Financiamiento trabajan a marchas forzadas para encontrar alternativas que permitan recoger los recursos que necesita el presupuesto de 2019 para su financiación total.
La ponencia debería estar lista para el próximo lunes, pues a partir del martes se empezará a programar la fecha del primer debate. No será fácil que el gobierno obtenga los recursos que espera, pero con seguridad, lo que logre recoger será ganancia.