La Contraloría advierte que la desigualdad en la conectividad sigue marginando a millones de colombianos.
En Colombia, la velocidad y calidad del internet dependen del lugar donde vivas. Mientras en Bogotá una conexión puede superar los 250 Mbps, en el Amazonas una profesora enseña con apenas 5 Mbps, reflejando una brecha digital que, según la Contraloría General de la República, va más allá de la cobertura y revela exclusiones estructurales profundas.
Durante la ponencia “Desde la Brecha Digital hacia la Conectividad Significativa”, la entidad señaló que la conectividad debe reconocerse como un derecho fundamental y no como un privilegio de unos pocos, pues de ello dependen la equidad territorial, la inclusión social y el desarrollo humano. El alto costo del servicio es la principal barrera para más del 59% de los hogares desconectados.
En departamentos como Vichada, Guainía y Vaupés, menos del 34,1% de los hogares cuentan con internet. Además, la adopción tecnológica en el sector productivo es mínima: solo el 5,8% de las empresas industriales usa inteligencia artificial y un 10,2% aplica analítica de datos.
La Contraloría insistió en que el espectro radioeléctrico, asignado entre 2019 y 2023 por 460 MHz que generaron más de $6 billones, debe tratarse como bien público, y que la Nación ha incumplido su obligación de medir el impacto social de estas asignaciones.
El organismo propuso una agenda para alcanzar una conectividad universal y significativa, que incluya tarifas asequibles, acceso a dispositivos, habilidades digitales y marcos normativos diferenciales para territorios excluidos.