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Aumenta 9,54% el salario mínimo ¿Bueno o malo?

El salario mínimo en Colombia subirá a $1.423.500 en 2025, pero las reacciones dividen a empresarios y trabajadores. ¿Qué implica este ajuste?

Aumenta 9,54% el salario mínimo ¿Bueno o malo?

El presidente Gustavo Petro anunció que el salario mínimo para 2025 será de $1.423.500, con un incremento del 9,54%. Este aumento incluye un subsidio de transporte de $200.000, lo que eleva el total mensual a $1.623.500 para más de 3,7 millones de trabajadores colombianos. Sin embargo, el anuncio ha generado reacciones divididas entre empresarios y sindicatos.

El mandatario destacó que este incremento representa un crecimiento real del 6,54%, gracias a la reducción de la inflación, proyectada en 5% para 2024. Durante el evento en Zipaquirá, Petro afirmó que el alza del salario mínimo refuerza el poder adquisitivo de los trabajadores y contribuye al crecimiento económico.

Por su parte, gremios empresariales como Fenalco y la Andi criticaron el ajuste, calificándolo de populista y desproporcionado. Según Bruce Mac Master, presidente de la Andi, estas decisiones podrían generar más pobreza, desempleo y afectar la meta inflacionaria. Rodolfo Correa, líder de las pymes, advirtió que este aumento está fuera del alcance de pequeños empresarios, comprometiendo la generación de nuevos empleos.

En contraste, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) celebró el ajuste, considerándolo un paso hacia la recuperación de derechos laborales. Fabio Arias, presidente de la CUT, afirmó que este incremento es un esfuerzo conjunto que mejora las condiciones de vida de los trabajadores.

El ajuste, decretado tras la falta de consenso en la mesa de concertación, surge en un contexto de debate sobre el impacto del salario mínimo en la economía. Según expertos, aunque el aumento beneficia a los trabajadores formales, excluye a quienes laboran en la informalidad, contratos independientes o ganan más de un salario mínimo.

El Gobierno insiste en que este incremento demuestra su compromiso con la equidad social, pero los retos para 2025 incluyen equilibrar las demandas laborales con la sostenibilidad económica, en un país donde el 48% de los trabajadores sigue en la informalidad.