El vicepresidente de la República se encuentra desde este sábado en Tibú, Norte de Santander, en busca de una salida negociada a la crísis que hace más de 30 días se vive en esa región.
Al vicepresidente de la República, Angelino Garzón, le tocó asumir la responsabilidad gubernamental de encontrarle una salida dialogada a la crítica situación que hace más de 30 días se registra en la región del Catatumbo, en donde los campesinos vienen haciendo diversas exigencias al presidente Juan Manuel Santos.
Y fue precisamente el mandatario de los colombianos quien tomó la decisión de encomendarle a su vicepresidente la difícil tarea de terminar con una situación, que ya ha generado muertos y heridos por los enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública.
Esta decisión la toma el presidente Santos luego del fracaso del equipo negociador encabezado por su ministro consejero para el Diàlogo Social, Luís Eduardo Garzón.
Desde las primeras horas de este sábado el vicepresidente Garzón viajó a Tibú, Norte de Santandere, epicentro de la protesta en donde aspira a reunirse con los voceros o líderes de los campesinos que realizan la protesta.
Los diálogos entre gobierno y manifestantes se encuentra suspendido desde el pasado jueves, cuando las dos partes decidieron levantarse de la mesa de conversaciones sin haber logrado puntos de acuerdo.
Las dos partes no han logrado ponerse de acuerdo en dos puntos esenciales. Mientras que el gobierno exige el levantamiento del bloqueo de vías para continuar con los diálogos, los campesinos están reclamando la declaratoria de una Zona de Reserva Campesina y suspender la erradicación manual de cultivos ilícitos.
Se espera que el liderazgo el vicepresidente Angelino Garzón sirva para calmar los ánimos y empezar a vislunbrar un acuerdo que acabe con el bloqueo de vías y enfrentamientos que han generado múltiples inconvenientes a las comunidades de esa parte del país.