La Veeduría Ciudadana advierte este junio que 60 puntos de la vía Bogotá–Villavicencio están en alto riesgo por falta de intervención estatal.
La Autopista al Llano enfrenta un nuevo capítulo de vulnerabilidad crítica. A puertas de la temporada invernal y con antecedentes de desastres en julio, la Veeduría Ciudadana denunció que más de 60 puntos del corredor vial presentan riesgo alto, sin intervención suficiente del Gobierno Nacional, a pesar de compromisos financieros pactados en reuniones con la ANI, el Ministerio de Transporte, INVIAS y la concesionaria COVIANDINA.
A lo largo de los 85 kilómetros entre Bogotá y Villavicencio, se reportan más de 200 puntos inestables, con 10,4 km de restricciones totales, afectando gravemente la conectividad de los Llanos Orientales. La ANI informó que, de los $383.565 millones anunciados por el presidente Petro, solo han sido asignados $40.000 millones, lo que impide atender los 16 puntos críticos priorizados.
El organismo de control ciudadano también señaló la ausencia de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, a pesar de la invitación de la ANI y de la magnitud de las amenazas geológicas que afectan la región, como movimientos de masa, crecientes súbitas y riesgo estructural sobre viviendas y tramos urbanos.
Entre los sectores más críticos están el Km 46+120, con 4,9 km suspendidos por la quebrada Estaqueca; el Km 58+000, donde permanece sin uso un tramo de 5,5 km que incluye el Túnel 13, construido hace siete años con una inversión cercana a $1 billón; y el Km 43+000, en el paso urbano de Quetame, donde hay riesgo de colapso vial y habitacional.
La Veeduría advierte que, pese al cobro de tres peajes de alto costo en este corredor vial, el mantenimiento estructural no se corresponde con las tarifas. Por ello, exige una acción inmediata del Estado para evitar tragedias como las registradas en años anteriores.