El suicidio es considerada una de las principales causas de muerte en el mundo. Qué está pasando en Colombia que la gente se está matando.
El suicidio es considerado un problema de salud pública extremamente delicado y complejo que conlleva una tragedia para las familias y para la sociedad en general, al convertirse en una de las principales causas de muerte en todo el mundo.
Cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos. Cifras de la Organización Mundial de la Salud indican que las tasas de suicidio se incrementaron en un 17 % entre 2000 y 2019. Si continúan estas tendencias, para 2030 la salud mental estará entre las dos primeras causas de enfermedad en el mundo.
¿Cómo está el panorama en Colombia?
En Colombia, la tasa de mortalidad por suicidio ha venido en aumento. Pasó de 5,1 por cada 100.000 habitantes en 2005, a 5,29 en 2020. En el 2021 se registraron 2.962 suicidios, lo que corresponde a una tasa de muerte de 4,3 por cada 100.000 habitantes, 0,8 puntos por debajo de la tasa nacional, que fue de 5,1. La cifra aumentó en comparación con el año 2020, cuando se registraron un total de 2.748.
Bogotá (219), Medellín (128) y Cali (82) son las ciudades que registraron más casos de suicidio. En cuanto a las regiones con más reportes de intentos de suicidio, se destaca en primer lugar Bogotá (3.578 casos), seguida de Antioquia (3.401), Cundinamarca (1.422), Cali (1.120) y Santander (1.017). La mayoría de los suicidios se dan en población joven y adulta joven, entre 12 y 49 años. Sin embargo, según los registros, las personas entre los 20 y 24 años es la población que más registra casos, solamente este año van 250.
Según datos aportados por el Instituto de Medicina Legal, durante los primeros siete meses del 2022 se reportaron 1.564 suicidios, de los cuales 1.241 corresponde a hombres y 323 a mujeres, lo que equivale a un promedio de 7 diarios, representando un aumento del 9,97 %. Además, hasta el mes de agosto se habían notificado un total de 22.834 intentos de suicidio, lo que equivale a un promedio de 95 por día, siendo los hombres los más afectados.
Ángela Gissette Caro, docente de la Escuela de Estudios en Psicología del Politécnico Grancolombiano, explica por qué las cifras son mucho más altas en los hombres: “Es un tema que sigue generando muchas preguntas. No es que los hombres no tengan los mismos problemas que las mujeres, pero es un poco menos probable que estén conscientes de padecer estrés u otras condiciones de salud mental que los ponen en mayor riesgo de suicidio. Por otra parte, es importante no considerar solo las psicopatologías, sino también otros factores como, por ejemplo, el rol que debe cumplir el hombre en la sociedad. Es por ello, que los métodos utilizados por hombres a menudo son más violentos porque están más decididos a llegar hasta el final, lo que aumenta la probabilidad de muerte antes de que alguien pueda intervenir. Si a esto se le suma que hay mayor tendencia al abuso de sustancias y del alcohol, agrava el problema del suicidio”.
La experta también señala cuáles son los factores de riesgo que principalmente se han reportado: los problemas familiares (33 %), los conflictos de pareja (32 %) y los problemas económicos (12,5 %), seguidos del maltrato y los problemas por pertenecer a minorías de género, el trabajo o la parte escolar. En menores de edad, se destacan los problemas familiares (42 %), problemas escolares (19 %) y maltrato psicológico (16 %). Otros factores de riesgo pueden estar asociados al sentimiento de aislamiento y la depresión que está presente en más del 50 % de los suicidios, y el riesgo es mayor si, adicionalmente, la persona sufre de ansiedad. En el caso de los hombres, el alcoholismo es, de hecho, un conocido factor de riesgo para el suicidio, ya que beber puede profundizar la depresión y aumentar los comportamientos impulsivos.
¿Cómo actuar ante casos de conducta suicida?
Finalmente, la docente Caro recomienda cómo se puede prevenir y actuar ante esta problemática: “Las perdidas por suicidio pueden prevenirse si se interviene de manera oportuna. Adicionalmente, es importante que frente a una conducta suicida se preste atención a las tres principales señales de alerta: primero, personas que tienen enfermedad crónica; segundo, se sienten aisladas y que no pertenece a algún núcleo social; y, por último, las que se consideran una carga para su entorno. Esto permitirá que se puedan generar estrategias adecuadas de intervención y se activen rutas de apoyo social, emocional, económico, laboral y escolar”.
Como si estos datos no fueran suficientes, el panorama es mucho más preocupante si se evalúan las acciones que se están tomando para mitigar esta problemática. En Colombia solo hay dos profesionales en salud mental por cada 100.000 habitantes, lo que evidencia el difícil acceso a los servicios de salud mental.
“Por su misma naturaleza, nunca podemos entender todas las razones detrás, pero en la medida en que se crea mayor conciencia sobre los temas de salud mental, mayor comprensión pública sobre los factores, causas y señales, se desmitifican las falsas creencias, se habla sin tabú del tema y se combate la lapidación social, más fácil será prevenir los casos, que encontrar resoluciones a los mismos”, concluye la docente del Politécnico Grancolombiano.