El patrullero de la institución, oriundo del municipio de Restrepo, se salvó de morir en el accidente del helicóptero accidentado en Antioquia, porque una premonición le hizo descender de la aeronave.
"Cuando estaba dentro de la aeronave, sentí una extraña sensación, como una premonició, como una voz interior que me indujo a bajarme de ella".
Este es el comienzo del revelador testimonio del patrullero de la Policía Nacional, Josman Arley Cubides, adscrito a la División de Antinarcóticos, de la institución, al contar con la voz entrecortada la manera de que se salvó de haber muerto en el aparatoso accidente de un helicóptero registrado hacia el medio día de este martes en un paraje comprendido entre los municipios de Carepa y Chigorodó en el departamento de Antioquia y en el que murieron 14 compañeros suyos y otros dos resultaron heridos.
El patrullero Cubides, nacido en el seno de una humilde familia en el municipio de Restrepo (Meta), le contó-en medio del nerviosismo propio de una situación de esta naturaleza-a los periodistas del informativo radial Marco Antonio Franco Informando que se emite desde Villavicencio, que llegó predispuesto para abordar el helicóptero que los transportaría hasta un paraje de esas dos poblaciones antioqueñas en donde se adelantarían operaciones en contra de las bandas criminales que delinquen y hacen presencia en esa parte del territorio colombiano, pero cuando hizo el abordaje se sintió extraño y sensaciones encontradas lo llevaron a tomar la decisión de no viajar con el grupo que se accidentó y murió en el accidente.
"Fue algo muy extraño. Sentí como que algo me indicaba que no debía viajar ahí. Estuve dentro del helicóptero, pero de manera repentina tomé la decisión de bajarme. Esa decisión me salvó la vida", dijo a los periodistas del informativo radial.
En medio del dolor y la tristeza que le embarga por la muerte de sus compañeros de la institución policiva, solo atinó a agradecerle a Dios por haberle permitido tomar la decisión de no abordar ese vuelo, o de lo contrario no habría contado la historia.
El patrullero Cubides, quien realizó sus cursos de incorporación en la escuela de carabineros Eduardo Cuevas de Villavicencio, lamentó la tragedia de sus compañeros y envió una voz de condolencia a sus allegados "detrás de cada uniforme hay una familia, hay una historia que contar" aseguró con la mirada perdida en la desesperanza.
"Dios me lo salvó"
Mientras tanto doña Miryam Cubides, madre del patrullero, también le dijo a los periodistas del informativo radial que hacia las nueve de la mañana de este martes "había hablado con él y me había contado que estaba a punto de embarcarse en el vuelo fatal".
Por eso cuando escuchó las informaciones de los medios sobre el accidente de un helicóptero en el sector del que le había hablado su hijo que se iba a desplazar, el corazón se le arrugó y temió lo peor.
De inmediato se comunicó con su hijo y el alma le volvió al cuerpo cuando sintió la voz de Josman al otro lado de la línea telefónica.
"Esos fue como volver a vivir", dijo la señora, quien en la entrevista radial elevó sus plegarias al Dios de la vida y respiró tranquila. "un milagro de Dios me había salvado a mi hijo", dijo con la voz entrecortada por el llanto.
De Acacías y Guamal
Mientras que el patrullero Josman Arley Cubides y sus familiares están felices porque se salvó de una muerte inminente, otra es la historia de dos de los integrantes de la institución que se murieron en el accidente.
Se trata del capitán John Palacios, uno de los pilotos de la aeronave, oriundo del municipio de Acacías, quien pereció en el lugar de los hechos.
Asimismo perdió la vida el también capitán Hernando Guzmán Ovalle, nacido en el seno de una familia en el municipio de Guamal.
Se espera que en el transcurso de las próximas horas los despojos mortales de los dos altos oficiales de aviación de la Policía Nacional sean trasladados a sus lugares de origen.